El Gobierno de Nicolás Maduro ha encontrado un nuevo enemigo: las panaderías. El vicepresidente Tareck el Aissami anunció en el programa Los domingos con Maduro una nueva normativa para atacar la "guerra del pan" que según el Gobierno es implementada por ese gremio para crear escasez.
El Aissami dijo que "todos los días habrá una inspección y la panadería que incumpla esto va a ser ocupada temporalmente por el Gobierno y se la vamos a transferir a los CLAP" (Comités Locales de Abastecimiento y Producción). Además, indicó que la nueva instrucción para atacar la "guerra del pan" contará con equipos, integrados por los CLAP, la milicia, la Superintendencia de Precios Justos (Sundde) que se encargarán de inspeccionar a las panaderías y vigilar que "se cumpla con la fabricación del pan".
Entre otras cosas, el vicepresidente dijo que el 90% de la materia prima deberá destinarse "a la elaboración del pan en sus diversas presentaciones y el 10% a cachitos, dulces o cualquier otro derivado del trigo". Asimismo, indicó que en cada jornada laboral deberá quedar pan elaborado para el día siguiente y que la venta del mismo "no podrá ser condicionada ni mucho menos emplear (...) mecanismos ilícitos como el cobro de comisiones por punto de venta". Las panaderías además no deberán "tener más de 300 sacos de harina por mes en su inventario" y tampoco se permitirá el "préstamo" de la materia prima entre las panaderías, dijo.
El pasado 12 de febrero Maduro anunció que su Gobierno implementaría un plan para ganar "la guerra del pan" e indicó que con su estrategia busca "acabar con las colas" en todo el país, por las que culpó al gremio panadero al que tildó de "hipócrita, perverso y malvado".