Lo ocurrido en estos últimos años en países como Venezuela y Ecuador no parece haber sido un obstáculo para la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para elegir a estos dos países como miembros del Consejo de Derechos Humanos (CDH) con sede en Ginebra. Esto pese a que varias organizaciones han mostrado su rechazo y preocupación. Incluso, en octubre de 2014, la ONU exigió al régimen de Nicolás Maduro la liberación de Leopoldo López al considerar su situación como una "detención arbitraria".
Las candidaturas de Venezuela, que ya es miembro del Consejo y fue reelegida para un segundo mandato, y Ecuador tenían la oposición de varias organizaciones de derechos humanos, que consideran que estos países no cumplen con los mínimos exigibles en este ámbito. Human Rights Foundation (HRF), UN Watch y la fundación Lantos, entre otras, se había pronunciado también contra la presencia en el CDH de países como Emiratos Árabes Unidos, Etiopía o Burundi, todos ellos elegidos también este día.
El director para América Latina de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, consideró "lamentable" el respaldo a Venezuela, dada "la degradación de las libertades públicas y de los derechos fundamentales" que se vive en el país y el "rechazo sistemático" de Caracas a "todas las críticas, recomendaciones o solicitudes que emanan de las Naciones Unidas". Agregó que "elegir a un Gobierno que simboliza a una conducta arrogante y de rechazo a la supervisión internacional en materia de derechos humanos, precisamente a ese, como miembro del Consejo de Derechos Humanos creo que es un error que resta credibilidad al propio Consejo".
Por su parte, el director ejecutivo de UN Watch, Hillel Neuer, señaló en un comunicado que "la elección de más regímenes que abusan los derechos humanos, en un órgano que ya tiene como miembros a China, Rusia, Cuba y Arabia Saudí, supone otro duro golpe a la credibilidad y eficacia de un órgano que debía mejorar a su desacreditado predecesor tomando medidas para proteger a las víctimas". "Si ponemos a Venezuela a cargo de la libertad de asamblea (...) y a Emiratos Árabes unidos a cargo de los derechos laborales, simplemente estamos convirtiendo a la ONU en un hazmerreír", insistió. Antes de la votación, el presidente de HRF, Thor Halvorssen, dijo que tanto Venezuela como Ecuador "tienen un prontuario lamentable de violaciones constantes de los derechos políticos y civiles de sus ciudadanos".
Las ONG acusan al Gobierno de Nicolás Maduro de violar libertades básicas dentro de Venezuela, mientras que también se muestran muy críticas con el historial de derechos humanos de la administración del presidente de Ecuador, Rafael Correa. Así, Venezuela mantendrá su plaza durante otros tres años, mientras que Ecuador y Panamá reemplazarán a Brasil y Argentina.
Otro grupo que mostró su oposición fue el Club de Madrid, que reúne a una serie de expresidentes y que trabajan en acciones a favor de la democracia. En un mensaje, recordó que una resolución del mismo Consejo apuntó que "los miembros deberán aplicar las normas más estrictas en la promoción y protección de los derechos humanos", algo que, según apunta, Venezuela no cumple. Además, señala que "la concentración de poder y la falta de independencia judicial en Venezuela han permitido que el gobierno intimide, censure y persiga a críticos. De manera arbitraria se ha detenido, juzgado, condenado e inhabilitado políticamente a líderes de la oposición".