Una imagen vale más que mil palabras. Que se lo digan a Evo Morales después de las imágenes que un teléfono móvil captó y que dejan en evidencia al presidente boliviano, que se vende por el mundo como un luchador infatigable contra la desigualdad.
Poco antes de participar en un acto, Evo Morales aparece con su séquito y en un momento dado se para a saludar. En ese instante se percata de que el cordón de su zapato izquierdo está desatado. Pero ni corto ni perezoso, el dirigente indigenista ordenó a un miembro de su séquito que le atara los cordones. Ya contento, y con los zapatos bien atados, entró al acto saludando a las cientos de personas que le esperaban.