Como ha sucedido en otras ocasiones, los terroristas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han roto un alto el fuego, aunque esta vez el que ellos mismo anunciaron de manera unilateral el 20 de diciembre de 2014. Incluso chantajearon al Gobierno de Juan Manuel Santos advirtiendo que dejaría la medida en caso de que sus estructuras terroristas fueran atacadas por las Fuerzas Armadas.
No han tardado mucho las FARC en volver por sus costumbres del engaño. El Ejército colombiano informó en un comunicado de que durante el fin de semana se produjo "un enfrentamiento lamentable" en una zona rural del departamento de Guaviare (este) por un "hostigamiento ejecutado por integrantes del Frente Primero Armando Ríos de las FARC" contra la 22ª Brigada de Selva en Guachinacal. El resultado del ataque terrorista fue de un soldado muerto y otros tres heridos.
Los militares denunciaron "el uso por parte de la estructura terrorista de elementos tipo balones bomba de difícil direccionamiento y defensa, y prohibidos expresamente por el Derecho Internacional Humanitario". Como consecuencia de ello, "perdió la vida el soldado profesional Jhon Edison Fonseca Rodríguez, de 23 años de edad", y resultaron heridos el cabo tercero Javier Rincón Mora y los soldados Bayardo Díaz Naranjo y Diego Fernando Vaquero Trejos.
En el texto se indica que "pese a la pérdida de este valeroso héroe de la patria, las tropas mantienen a esta hora las operaciones militares con el fin de salvaguardar la vida de los colombianos en el suroriente del país, cumpliendo así el deber constitucional encomendado".