Desde que se encontró el cuerpo sin vida del fiscal Alberto Nisman, encargado de la causa del atentado de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), los detalles que se han ido descubriendo durante la investigación han dejado más dudas sobre el caso.
Poco a poco, la tesis del suicidio –que el Gobierno argentino mencionó desde el primer momento– ha ido perdiendo fuerza aunque sin descartarse del todo. Primero dos cercanos colaboradores de la presidenta, y después la propia Cristina Fernández de Kirchner insistieron en esa posibilidad. Inexplicablemente, sólo un par de días después, la presidenta cambió radicalmente de opinión y se mostró segura de que Nisman no se suicidó. ¿A qué se debe ese cambio de opinión tan brusco? Lo que no dejó de hacer en ningún momento la viuda de Kirchner es lanzar dudas e interrogantes sobre la actuación del fiscal desde que volvió a Argentina de sus vacaciones por sorpresa el día 12, hasta el día de su muerte.
Pero los detalles son los que más sospechas levantan y dan pie a una serie de conjeturas, especulaciones e historias paralelas:
Puertas de ingreso: en las primeras horas de la investigación se daba como única vía de acceso al piso la puerta principal. Sin embargo, un día después el cerrajero que fue llamado por la madre de Nisman para abrir la puerta reveló en su declaración que le fue muy fácil abrir la puerta de servicio: "Entré, sí. Una puerta estaba abierta. La de servicio estaba abierta". Agregó que "a esa puerta la pudo haber abierto cualquiera. Tardé dos minutos, corrí el pestillo y se abrió".
Pasadizo desconocido: Los investigadores descubrieron que la vivienda tenía otra entrada. Además de las dos puertas –principal y de servicio–, la vivienda tenía un tercer acceso al estar comunicada con el apartamento de al lado por un pasillo en el que está instalado el aire acondicionado. En cada extremo del corredor hay una puerta metálica hacia las casas. Además, se encontró una huella dactilar y una pisada que parecen recientes en este pasillo. Su identificación podría ser clave.
Tesis del suicidio: apenas encontrado el cuerpo de Nisman, el Ejecutivo comenzó a sembrar la tesis del suicidio. El secretario de Seguridad, Sergio Berni, y el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, fueron los primeros en mencionarlo. Más de doce horas después, Cristina Fernández reaccionó a la muerte de Nisman y habló abiertamente de suicidio, aunque lanzando dudas e interrogantes sobre la actuación del fiscal en los últimos días antes de su muerte. Ahora resulta que la propia presidenta duda de ese extremo. Es más, dice no tener pruebas, pero tampoco dudas. ¿Por qué ese cambio de posición tan repentino?
Sergio Berni en el piso de Nisman: ¿Cuál fue la razón por la que el secretario de Seguridad estuvo en el piso de Nisman poco después de ser encontrado muerto? Dijo que "yo estaba muy lejos de la escena, no sé quién entró primero para determinar si el doctor estaba con vida. Una vez que se constató que estaba muerto, entró la fiscal y la policía. Yo miré para tener una idea". Según el diario La Nación, en un primer momento Berni dijo a Radio Mitre que llegó al lugar "junto al juez" pero poco después se contradijo al ser consultado por la cadena de televisión TN. Entonces confesó que llegó "dos minutos antes" que el magistrado. Nicolás Wiñazki, columnista de Clarín, señala que Berni no cumplió ni con sus propios protocolos, y que la fiscal frenó a Berni porque éste intentó liderar el proceso. Pudo haber tenido acceso a la documentación que estaba en el piso del fiscal. Su actuación aquella noche será investigada.
Lista de compras: otro detalle que mencionan los medios de comunicación –que puede parecer trivial pero que tiene su importancia– es que Nisman dejó a su asistenta una lista de compras a realizar el lunes, es decir el mismo día en que se presentaría en el Congreso. Esto apunta a que el fiscal tenía planes y que por lo tanto la idea del suicidio no estaría en su cabeza. En caso contrario, ¿para qué hacerlo?
El arma: según informó la propia fiscal Viviana Fein que se ocupa del caso de la muerte de Nisman, al lado del cadáver se encontró un arma Bersa calibre 22. Las noticias apuntan a que ésta le fue prestada por Diego Lagomarsino, un empleado de la Fiscalía. Sin embargo, se sabe que el fiscal tenía dos armas a su nombre. ¿Por qué necesitaría otro arma?
Prueba de pólvora: la tesis del suicidio, tan mencionado al inicio por miembros del gobierno, se desmoronó en gran parte por el "dermotest", un examen que busca pólvora en las manos de una persona que ha disparado un arma. El test en Nisman dio negativo. Una de las razones que dieron algunos es que un calibre 22 no deja ese tipo de pruebas.
Última foto de Nisman: Waldo Wolff, vicepresidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), relató que el sábado por la tarde Nisman le envió mediante WhatsApp una foto de los documentos que estaba revisando para su presentación en el Congreso. Nisman estaba preparando la documentación que presentaría el lunes y tenía varios marcadores amarillos para resaltar los puntos más importantes de su informe. Sin duda, el fiscal estaba preparando detalladamente su comparecencia en el Congreso.