Una de las reacciones que más se esperaban respecto a la muerte del fiscal Alberto Nisman en la madrugada de este lunes era la de Cristina Fernández de Kirchner, acusada por "encubrimiento agravado, incumplimiento de deber de funcionario público y estorbo del acto funcional" en relación al atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) el 18 de julio de 1994 en Buenos Aires con el resultado de 85 muertos.
Más de 12 horas después de los hechos, la presidenta argentina envío un mensaje a través de su cuenta de Twitter titulado "AMIA. Otra vez: tragedia, confusión, mentira e interrogantes". En el texto, se pregunta: "¿Qué fue lo que llevo a una persona a tomar la terrible decisión de quitarse la vida?" y hace un relato de lo que ella vivió aquel día del atentado y en días posteriores. También plantea una serie de interrogantes sobre el caso específico de Nisman, como por ejemplo la razón por la que el fiscal volvió a Argentina el día 12 de enero cuando tenía un periodo de vacaciones hasta el día 20. Llega a decir que lo hizo "dejando inclusive a su pequeña hija sola en el aeropuerto de Barajas". Su mensaje sigue con varias sospechas de los pasos dados por el fiscal y relacionadas con las portadas del diario Clarín.
Es decir, la presidenta –directamente involucrada en el caso que investigaba Nisman– dedica una enorme parte de su texto a hablar de su experiencia y además a introducir interrogantes y sospechas sobre la actuación del fiscal, tal y como apuntó en la emisora de televisión El Trece el periodista Jorge Lanata quien además criticó la demora en la reacción de Fernández: "Cristina tuitea hasta de su perro (…) tendría que haber tuiteado sobre esto hace muchas horas". Además apuntó que "el gobierno cree que el servicio de inteligencia le dio la carpeta armada y que Nisman puso la firma (…) no se animan a decirlo". Sostuvo que Nisman volvió a Argentina porque sospechó que lo iban a apartar del caso y quería darlo a conocer antes de que ocurriera.
Más datos de la investigación
Desde que se conoció la muerte de Nisman, las informaciones y datos de la investigación han sido escasos. Pese a eso, y cuando apenas se sabía detalles de lo ocurrido, muy pocas horas después dos miembros del Ejecutivo –el secretario de Seguridad, Sergio Berni, y el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández– apuntaron al suicidio.
Durante la mañana, la fiscal a cargo de la investigación, Viviana Fein, señaló que no se había encontrado carta de suicidio alguna en casa de Nisman, algo particularmente inverosímil considerando la importancia del fallecido y también de las acusaciones que tenía entre sus manos. Dijo entonces que "no hay testigos" directos de la muerte mientras los primeros datos de la autopsia señalaban como la causa de la muerte un disparo en la sien.
Transcurridas algunas horas, Fein fue entrevistada por numerosos medios de comunicación y sus revelaciones fueron muy sorprendentes, a tal punto de no aclarar mucho las circunstancias en las que el fiscal murió en su bañera. Dijo que el arma calibre 22 encontrado en el lugar de los hechos no era propiedad de Nisman y que además "no habría habido intervención de terceras personas, lo que no descarta que esa resolución podría haber sido tomada por otro tipo de circunstancias".
Esto significa que la investigación tomará a partir de ahora otra dirección, más centrada en lo ocurrido antes de la muerte. La fiscal dijo que "de acuerdo a la autopsia el fiscal Nisman se disparó. No hay margen de dudas" y agregó que "se podría hablar de un suicidio, el cuerpo no fue golpeado ni sometido a maltrato, no descarto una instigación. No decimos que esté resuelta la causa". Por eso subrayó que aún queda por conocer los resultados del examen toxicológico realizado al cadáver y que por lo pronto se ha pedido "innumerables pericias telefónicas, de cámaras de seguridad y a distintas dependencias de la Policía Federal".
El diario Clarín hizo algunas indagaciones entre reconocidos psicólogos para buscar claridad en el caso. Por ejemplo, Elsa Wolfberg, presidenta del Capítulo de Psiquiatría Preventiva de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), señaló que "suena inverosímil que se haya suicidado después de haber tomado la decisión de enfrentar con información incendiaria a los factores de poder. Aparentemente, no hay relación de causa y consecuencia".
Por el momento existen muchas interrogantes relacionadas con este supuesto suicidio que aún no convence a un amplio sector de la sociedad argentina que durante la jornada de este lunes salió a las calles para recordar al fiscal. Algunos de los puntos más concurridos con la presencia de miles de personas fueron la Plaza de Mayo y frente a la Quinta de Olivos, residencia presidencial, además de otras concentraciones en ciudades como Rosario o Córdoba.