Una de las noticias de la semana fue el breve intercambio de palabras entre el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, y Nicolás Maduro en los actos de investidura de la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, en Brasilia Según las noticias, el estadounidense instó al presidente venezolano a liberar a Leopoldo López, encarcelado desde febrero del año pasado en la cárcel militar de Ramo Verde acusado de ser el instigador de las protestas estudiantiles contra el gobierno chavista.
Este domingo, en medio del anuncio de una serie de medidas económicas, Maduro hizo alusión al encuentro y dijo que "la única forma" de que firme un indulto presidencial a favor de López –al que llama "monstruo de Ramo Verde"– sería mediante el canje con el líder independentista puertorriqueño Óscar López Rivera. Dijo que era la única forma de "montarlo en un avión que vaya a los Estados Unidos, lo deje allá y me entreguen a Óscar López Rivera; pelo a pelo, hombre a hombre".
El chavista no quiso contar lo que habló con Biden ya que sería "muy descortés estar contando detalles de lo que le dije o él me dijo" pero sí señaló que "Venezuela exige respeto" y busca "buenas relaciones, sin condicionamientos". Por eso apuntó que el proceso judicial que afronta López no es de incumbencia de otros países ni organismos internacionales sino competencia soberana y exclusiva de la justicia de Venezuela. Esto pese a que la ONU exigió hace tres meses la liberación del opositor al considerar su detención como "arbitraria".
Para muchos, estas declaraciones de Maduro demuestran las razones por las que López está en la cárcel y sobre todo la situación de la Justicia en Venezuela, totalmente dirigida desde el Palacio de Miraflores, sede de la presidencia venezolana. De hecho, Lilian Tintori, mujer de López, dijo a través de su cuenta de Twitter que "con sus declaraciones @NicolasMaduro admite que @leopoldolopez es un preso político de su régimen y que no hay independencia de poderes". Además apuntó que "ningún preso político está sujeto a chantaje para su liberación".
No es la primera vez que Maduro exige la liberación de Óscar López Rivera, preso en EEUU desde hace más de tres décadas en Estados Unidos. Este independentista cumple hace 33 años una condena de 55 años por conspiración sediciosa, a los que se añadieron posteriormente otros quince años en 1987 por un intento de fuga.