El encargado de anunciar la designación fue el ministro de Relaciones Exteriores, Elías Jaua: "El presidente Nicolás Maduro ha designado a la compañera María Gabriela Chávez como embajadora alterna ante las Naciones Unidas". Según Jaua, lo que se busca es "reforzar el trabajo" del actual embajador de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada, para que la hija del gobernante fallecido "lleve un mensaje, ese mensaje profundo del presidente Hugo Chávez".
En su acostumbrado estilo de discurso chavista, el canciller agregó que la decisión se tomó "para que los pueblos de África, del medio oriente, de la Asia profunda, de nuestra América para los pueblos del mundo, para que los pobres del mundo, sigan sintiendo la voz solidaria, la voz fraterna del comandante Hugo Chávez".
La recién designada embajadora, la segunda de los cuatro hijos de Chávez, es quien ha mantenido un perfil más alto en la política venezolana haciendo apariciones públicas en actos de Gobierno, tanto en el de Maduro como en el de su padre. Sin embargo no es la única hija de Chávez que ocupa cargos en el gobierno venezolano: antes su hermana Rosa Virginia fue designada por Maduro como presidente del programa social "Misión Milagro".
Como era de esperar, la noticia remeció las redes sociales y unas de las reacciones más llamativas fue la del periodista César Miguel Rondón en su cuenta de Twitter: "¿Fue ese el último recurso para sacarla de La Casona?", en referencia a las dificultades de Maduro de ocupar junto a su esposa la sede designada para el presidente, y que hasta ahora sigue ocupada por las hijas de Chávez. Por su parte, la periodista Ginette González señaló a través del mismo medio que "menos mal que el galáctico no está para ver a su hija trabajando en donde huele a azufre", recordando las palabras de su padre en un discurso en las Naciones Unidas.