Casi una semana después de la violenta jornada del miércoles 12 de febrero, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) hizo público este lunes un comunicado en el que expresa su preocupación por la situación en Venezuela.
En el texto, colgado en su página web, el organismo regional –muy cercano al régimen chavista– señala que los países miembros "manifiestan su enérgico rechazo a los recientes actos de violencia" y expresan "sus condolencias y solidaridad con los familiares de las víctimas". Con un tono muy cercano a algunos países de la región –sobre todo los alejados de la ideología bolivariana–, "hacen un llamado a la paz y a la tranquilidad en esa nación".
Finalmente, el comunicado apunta que los países miembros "reiteran su defensa del orden democrático, del Estado de Derecho y sus instituciones, y resaltan, asimismo, la convicción de que cualquier demanda debe ser canalizada en forma pacífica, por la vía democrática".
Este contenido no parece haber contentado del todo a Nicolás Maduro y a su gabinete. Es así que su ministro de Relaciones Exteriores, Elías Jaua, apareció en los medios para leer dicho comunicado. En su particular versión, el canciller lee el texto y señala que los "estados miembros de Unasur manifiestan su firme rechazo a los recientes actos violentos en la República Bolivariana de Venezuela y al intento de desestabilizar el orden democrático constituido legítimamente por el voto popular".
Pero ahí no queda la cosa. Jaua agrega que los miembros de Unasur "repudian los intentos de rompimiento del estado de derecho (..) y resaltan asimismo la convicción de que cualquier demanda debe ser canalizada por vía democrática". Es decir que en este último caso, el chavismo agrega en el tercer párrafo del comunicado la idea de los "intentos de rompimiento del estado de derecho" en una clara manipulación del texto del organismo.