Tras un fin de semana marcado por el caos provocado por las declaraciones de Nicolás Maduro, Venezuela comenzó una semana con muchos nervios. Los rumores y diferentes noticias falsas han sido protagonistas del día, lo que ha hecho que muchos comercios se vieran obligados a cerrar sus puertas para evitar problemas como los registrados este fin de semana.
Uno de las localidades donde esto ocurrió fue en Valencia, capital del estado de Carabobo, donde funcionarios controlaron los precios de algunos locales de venta de electrodomésticos acompañados por miembros de la Guardia Nacional. Eso llevó a muchos venezolanos –"una multitud de desempleados y curiosos", según el diario Últimas Noticias– a seguir el grupo de fiscalizadores, lo que provocó mucho nerviosismo entre los dueños de los comercios e incluso el cierre preventivo de los mismos.
La Fiscal General de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, informó de que el número de personas detenidas por especular, en el marco de la lucha que ha emprendido el Gobierno contra la "guerra económica" lanzada por la "burguesía" y la oposición, es de cinco, por el momento. Cuatro de los detenidos son gerentes de tiendas de electrodomésticos. Agregó que "varias personas" fueron también arrestadas "por entrar de forma violenta a una tienda".
Crítica del empresariado
Como era de esperar, las declaraciones de Maduro y posteriores disturbios registrados en el país, no ha dejado indiferente al empresariado venezolano. Jorge Roig, presidente de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela –más conocida como Fedecámaras– señaló que no niega que "pueda haber prácticas desleales que debamos condenar" pero rechazó "esta campaña en contra del empresariado".
En declaraciones a Unión Radio, pidió al gobierno dejar las declaraciones ligeras y lo instó a dar los nombres de aquellos empresarios que "inflan" los precios: "Es fácil publicar la lista de la gente que tiene divisas. Ellos dicen que han dado 34 millones de dólares, pues que publiquen la lista y ahí los venezolanos podremos saber quiénes son". Roig cree que "debemos tener cuidado con las señales que se dieron, lo que sucedió es producto de una anarquía que se está creando por una mensaje contradictorio del Gobierno".
Finalmente apuntó que después de lo ocurrido, "vamos a encontrar más desabastecimiento y los anaqueles vacíos. La gente no va a reponer inventarios, la gente no se va a meter en ese negocio, algunos abandonaran la rama. Mucho me preocupa que estas medidas en vez de solucionar el problema lo van a complicar mucho más".