Willy Toledo está la mar de contento con su nueva vida en Cuba, tal y como cuenta en una entrevista del diario Público. El actor, que lleva dos meses viviendo en la isla caribeña, se muestra muy satisfecho con su día a día en la capital cubana ya que, aunque aún no ha encontrado trabajo, lee mucho, come bien y de vez en cuando "vamos a casa de un amigo o al malecón a hacer botellón".
Toledo presume de su buena comunicación con el pueblo cubano, si bien hay algunos matices: "Es verdad que me muevo en un ambiente más artístico, intelectual, escritores, músicos, etc. Y como yo vengo de ese ambiente también, pues me facilita mucho la comunicación".
El actor presume de vivir en un barrio de cubanos, pero no sufre algunas estrecheces de las que sí padecen sus vecinos, por ejemplo tiene "la plata" para no tener que cocinar mucho: "Generalmente como fuera, y al final encuentras un poco de todo, más caro o más barato, y con la cantidad de "paladares" (restaurantes privados) que se han abierto ahora, encuentras comida muy barata".
"Libertad de acción y movimiento"
Uno de los aspectos más llamativos de la entrevista es que el actor demuestra cierto desconocimiento no ya sobre la realidad cubana, sino la de la propia ciudad en la que vivía y el sector en el que trabajaba. Así, afirma que en Madrid "ir al cine cuesta 13 o 14 euros", cuando lo cierto es que el precio está entre ocho y nueve euros.
Toledo añade que la capital española es "una cuidad en la que todo está prohibido" y "en la que todo cuesta cantidades indignantes de dinero". Por el contrario, siempre según el actor, "la libertad de movimientos y de acción que hay en La Habana no la tenemos en Madrid".
Elogio del capitalismo y crítica del comunismo
Probablemente sin ser consciente de ello, Willy Toledo da con sus respuestas un respaldo notable al sistema capitalista. Así, dice que "yo creo que la gente está más contenta que la primera vez que vine" y explica que esa felicidad se debe a que gracias a las tibias medidas de apertura económica "tienen más posibilidades de depender de sí mismos económicamente".
Además, cuando explica que echa de menos "muchas comodidades", describe con detalle los problemas en la distribución de los productos inherentes a todo sistema socialista, al explicar que hay cosas que "aquí por mucha plata que tengas al final no las encuentras".
Toledo reconoce que "el hecho de tener dinero te abre ciertas puertas hacia cierto tipo de comodidades" pero admite que aún así "te puedes pasar días buscando una sartén y no la encuentras por mucho dinero que tengas". Eso sí, a él eso no le molesta, ya que aunque está "acostumbrado a vivir muy cómodamente porque mi familia han sido profesionales, burgueses y nunca me ha faltado de nada" e incluso "luego como actor he tenido la oportunidad de trabajar mucho y, por lo tanto, ganar mucho dinero", él "siempre" se ha "acoplado muy bien a la falta de cosas".