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De Bolívar, al "exprópiese", pasando por "Mr. Danger"

Chávez se ha caracterizado por su agresividad verbal y sus excentricidades, pero también por su enfermiza obsesión por Simón Bolívar.

Chávez se ha caracterizado por su agresividad verbal y sus excentricidades, pero también por su enfermiza obsesión por Simón Bolívar.

En su constante obsesión por el poder, Hugo Chávez nunca dejó de buscar el completo protagonismo en Venezuela. Siempre intentó acaparar la información de ahí a que instauró las interminables emisiones de su Aló Presidente que podían durar varias horas, algo muy similar a lo que ocurría en Cuba con los discursos del dictador Fidel Castro, que se convirtió en su gran amigo y consejero.

De hecho, es en una de sus emisiones –la del 14 de octubre de 2007– que dijo una de sus frases célebres mientras hablaba con un Castro convaleciente: "La integración de América Latina y el Caribe nos va a permitir sumarnos con éxito a un mundo pluripolar (...) Solo la unión nos hará fuertes".

En sus programas, cualquier cosa podía ocurrir, desde invitar a personajes como Maradona, hasta atacar e insultar a alguna periodista presente entre el público e incluso a algún seguidor chavista que se le ocurrió decir que practicó el golf, algo que por cierto él mismo hizo, pese a asegurar que era para burgueses. Poco después dijo que no era enemigo del deporte. En algunas ocasiones, también se le ocurría cantar y tocar la guitarra.

El factor Bolívar

Una de sus grandes obsesiones durante estos años fue levantar la imagen de Simón Bolívar, el libertador que él tanto quiso imitar. Pero no sólo lo hizo por convicción sino porque también sabía que era un nombre que levantaba el entusiasmo de muchos ciudadanos venezolanos.

Por eso en su despacho, desde donde solía hacer discursos, tenía un enorme retrato del militar. Además, distinguía a cuanto visitante llegara a Caracas, siempre y cuando estuviera alineado con su posición, con una réplica de la espada de Bolívar, por cierto fabricada en Toledo. De esta manera, algunos "distinguidos" personajes la tienen, entre ellos el armero ruso Mijaíl Kaláshnikov o el fallecido –y también muy excéntrico– líder libio Muamar Gadafi, a quien tanto defendió y llegó a comparar con el mismo Bolívar. También tienen una réplica de  Vladimir Putin, o el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad.

Pero su obsesión por Bolívar no se limitaba a eso. Chávez siempre dudó de que la muerte del libertador fuera por una tuberculosis como señalan todos los libros de historia, sino por envenenamiento, algo que por cierto dijo este martes el mismo Nicolás Maduro sobre el cáncer de Chávez poco antes de anunciar su muerte. Por eso, Chávez ordenó la exhumación del cadáver, 180 años después de su muerte, para realizar las investigaciones correspondientes. Incluso les llegó a tocar el turno a las hermanas de Bolívar. Hizo de eso toda una puesta en escena para meses después desvelar lo que supuestamente era el rostro del libertador.

No sorprende entonces que Chávez tuviera como lugar de peregrinación la Quinta de San Pedro Alejandrino, ubicada en la ciudad de Santa Marta en Colombia. Fue ahí donde Bolívar pasó los últimos días de su vida hasta morir el 17 de diciembre de 1830. También fue el lugar donde el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se reunió con Chávez apenas tres días después de tomar posesión de la presidencia y para, supuestamente, solucionar los problemas diplomáticos entre ambos países.

Incidentes y frases célebres

Sin embargo, también fue protagonista de grandes instantes en la actualidad mundial. Uno de los más recordados es el "¿Por qué no te callas?" que le dirigió el rey Juan Carlos en plena XVIII Cumbre Iberoamericana celebrada en Santiago de Chile. El 10 de octubre de 2007, el bolivariano llamó "fascista" a José María Aznar, lo que finalmente provocó la reacción del Jefe de Estado español y la atención de todo el mundo. Es una de las pocas veces en que Chávez no pudo articular respuesta, dejándolo en un auténtico ridículo.  

Otra de sus grandes obsesiones fue George W. Bush, aunque por una razón diferente a la de Bolívar. Un año antes del incidente con el Rey, el 20 de septiembre de 2006, se refirió al presidente de EEUU en la Asamblea de la ONU en Nueva York: "Ayer el diablo vino aquí. En este lugar huele a azufre". Pero no era raro oírlo decir eso. Ya en su programa televisivo, y a raíz de la intervención de EEUU en Irak, dijo: "Eres un burro, un 'donkey' (asno, en inglés), Mr. Danger, un cobarde, un alcohólico, eres de lo peor que ha habido en este planeta".

Finalmente, tampoco se puede olvidar el tristemente famoso "exprópiese", palabra con la que el bolivariano buscaba hacerse de cualquier propiedad privada de manera legal. Para eso publicó el 25 de septiembre de 2009 un decreto –el número 39.272– en el que apuntaba que todos los edificios, casas privadas, hospitales, centros comerciales, etc., pasaban a ser "bien de interés cultural" y, por tanto, sujeto a ser adjudicados por el Estado en cualquier momento. Lo hizo con inmuebles, y también con empresas.

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