En una comparecencia frente al 10 de Downing Street que ha sido anunciada por sorpresa esta misma mañana, la primera ministra británica Theresa May ha anunciado que va a pedir al Parlamento de Westminster que convoque elecciones anticipadas para el próximo 8 de junio.
La conservadora, que ha anunciado también que quiere encabezar la lista de su partido, ha justificado la decisión asegurando que Gran Bretaña necesita "un liderazgo fuerte y estable"para afrontar sus retos, especialmente la negociación del Brexit.
"La única forma de garantizar estabilidad son estas elecciones y asegurar un apoyo fuerte para las decisiones que deben tomarse", ha dicho Theresa May, que necesitará el voto de al menos parte de la oposición para superar el trámite parlamentario correspondiente.
En este sentido, ha interpelado a la oposición diciendo que aquellos que "han criticado la visión del gobierno sobre el Brexit" y su gestión no pueden negarse ahora a "dejar a la gente decidir".
Sin embargo, la elección llegaría en un momento complicado para un Partido Laborista en el que el liderazgo de Jeremy Corbyn es muy cuestionado y en el que tanto sus resultados parciales como las encuestas ofrecen perspectivas dramáticas para los laboristas.
May ha aprovechado la comparecencia para lanzar sus primeros mensajes de campaña, asegurando que será "una elección entre un gobierno fuerte y un gobierno débil" ante los retos y las negociaciones que van a llegar y que "todos los votos para los conservadores harán más difícil" y la "harán más fuerte para negociar el Brexit".
También ha justificado esta convocatoria, "cuando yo misma dije al convertirme en primera ministra que las elecciones debían esperar a 2020", ha recordado, explicando que en estos meses ha comprobado que la división parlamentaria y la negociación con la Unión Europea demandan este adelanto.