La televisión pública alemana ZDF ha garantizado su pleno apoyo al humorista Jan Böhmermann, contra el que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha impulsado una demanda por injurias que recibió el visto bueno de la canciller Angela Merkel, informa Efe.
"Vamos a acompañarlo a través de todas las instancias", afirmó el director general de la ZDF, Thomas Bellut, en declaraciones que publica el semanario Der Spiegel, donde asimismo prometió al cómico el respaldo financiero para su defensa.
El jefe de ese medio, la segunda cadena nacional, garantizó además que no emprenderá ninguna medida disciplinaria contra el jefe de redacción que autorizó la difusión del polémico poema de Böhmermann, que incluía el injurioso término de "follacabras".
El propio Bellut decidió a posteriori eliminar esa escena del banco de datos de su web, por problemas "con mis valores morales personales", admite ante Der Spiegel, para añadir que no le fue fácil adoptar tal medida.
Merkel apoya a Erdogan
Tras varios días de reflexión, Merkel dio este viernes luz verde a la apertura de un proceso contra Böhmermann e hizo valer para ello su voto cualitativo frente al rechazo del Partido Socialdemócrata (SPD), sus socios en la gran coalición que lidera.
Ello ha precipitado un alud de críticas sobre la canciller, tanto desde el conjunto de la profesión periodística como de la oposición parlamentaria, además del expreso repudio de sus ministros del SPD.
La consideración generalizada en esas críticas es que Merkel se ha dejado presionar por Erdogan, convertido en medio de la crisis migratoria en su aliado en la búsqueda de soluciones para frenar la llegada de refugiados a Europa.
Inmediatamente después de anunciar Merkel esa decisión, el titular de Asuntos Exteriores, Frank Walter Steinmeier, y el de Justicia, Heiko Maas, ambos del SPD, dejaron constancia de su desacuerdo con la canciller.
Injuria a jefes extranjeros
El Gobierno turco, en una nota verbal, había pedido la apertura de un proceso basado en el artículo 103 del Código Penal alemán que tipifica como delito la injuria a jefes de Estado extranjeros y establece penas de hasta cinco años de cárcel.
Para que ese artículo se aplique se requiere que el estado afectado mantenga relaciones diplomáticas con Alemania, que haya una solicitud expresa de parte de ese estado y que el Gobierno alemán de luz verde a un proceso.
La propia Merkel admitió, tras dar a conocer su decisión, que el artículo es anacrónico, por lo que su Gobierno impulsará un proyecto de ley en la presente legislatura para abolirlo.
También habrá demanda particular
Al margen de lo que ocurra con el proceso por el artículo 103, Böhmermann tendrá que enfrentarse a otras medidas, ya que Erdogan, presentó a través de sus abogados otra demanda por injurias como ciudadano particular.
El humorista recitó su poema como ejemplo de lo que puede ser un texto injurioso, después de que Turquía elevase una protesta formal por una sátira anterior, emitida por la televisión pública regional NDR, de contenido meramente irónico. Böhmermann, entre tanto, está bajo protección policial y ha cancelado sus últimos programas.