La oleada de agresiones sexuales en masa registrada en la noche de Fin de Año en las calles de la ciudad alemana de Colonia y su reproducción en otros enclaves como Hamburgo o Düsseldorf, tienen amedrentada a la población. Que fueran inmigrantes los agresores y que entre ellos se haya confirmado la presencia de refugiados ha elevado el tono del debate y ha hecho crecer la incredulidad e indignación entre la población de un país que acogió el año pasado a más de un millón de solicitantes de asilo.
Precisamente, la aparición de refugiados en las hordas de agresores sexuales que sembraron el terror en Colonia y otras ciudades alemanas han convertido este asunto en un problema de primera magnitud para el Ejecutivo de Merkel.
Patrullas ciudadanas
La polémica se ha cobrado ya la cabeza del Jefe de Policía de Colonia y ha derivado en la aparición de patrullas ciudadanas que se han llamado "de caballeros" para proteger a las mujeres en las calles de Düsseldorf, ciudad próxima a Colonia, en un llamamiento hecho a través de redes sociales donde se han sumado miles de personas en los últimos dos días.
El número de denuncias por agresión supera ya las 170 en Colonia y otro centenar más en Hamburgo. Además, comienzan a aparecer informaciones sobre numerosas violaciones de mujeres y niñas en albergues de refugiados durante los últimos meses. También se replican testimonios de trabajadores sociales sobre casos de prostitución forzosa, como el de Bayernkaserne, donde una mafia de refugiados ofrece sexo con sus mujeres por 10 euros. Uno de sus empleados ha declarado a un medio local que "somos el mayor burdel de Múnich", según recuerda este sábado el diario ABC.
Agotados los sprays antivioladores
En el campo político, mientras Merkel endurece ligeramente su discurso y evita ya llamamientos a la "cultura de la bienvenida" que tanto empleó el año pasado, el secretario general de su formación, Voker Kauder, ha reconocido que los programas de integración para refugiados consistentes en cursos de alemán y clases sobre valores constitucionales puede que no sean suficientes.
Mientras, los botes de spray antivioladores están agotados en los establecimientos y casi una de cada dos alemanas dice evitar acudir a actos públicos con mucha gente por miedo a que se reproduzcan los ataques sexuales de Nochevieja, cuando más de un millar de personas "con rasgos árabes" se concentraron en Colonia y agredieron a decenas de mujeres.
Dos detenidos
De las cerca de tres decenas de interrogados por las agresiones de Colonia, sólo dos permanecen detenidos. Una de las pruebas que ha permitido su detención ha sido un papel encontrado por la Policía en el bolsillo de uno de ellos, cuando era registrado por los agentes de Colonia. En ella puede leerse en árabe y alemán, según el periódico Bild Zeitung "tetas grandes", "voy a divertirme con ellas", "voy a follarlas" y "voy a maltratarlas".
Además, otros periódicos locales informan de que los agentes encontraron vídeos en sus móviles en los que los agresores grabaron sus fechorías.
Estas informaciones, recogidas por medios de comunicación alemanes, no han sido confirmadas por las autoridades del país. En cualquier caso, está previsto que este lunes el Parlamento Regional sea informado sobre las averiguaciones de la Policía y, posteriormente, todos los datos serán hechos públicos.