El Partido Laborista ha anunciado este sábado la victoria del diputado Jeremy Corbyn en las primarias para elegir a su nuevo líder, confirmando así el triunfo del principal favorito, que ha movilizado a las bases por encima del criterio de líderes históricos.
Corbyn, un veterano parlamentario de 66 años y relativamente desconocido hasta hace unos meses, ha logrado imponerse a los otros tres aspirantes, más moderados: Andy Burnham, Yvette Cooper y Liz Kendall. El vencedor aboga por un giro a la izquierda con un marcado mensaje antiausteridad. En Reino Unido se le compara con el partido Syriza de Grecia o Podemos en España.
Corbyn ha logrado el 59,5 por ciento de los votos, ampliamente por encima del 19 por ciento obtenido por Burnham, el 17 por ciento de Cooper y el 4,5 por ciento de Kendall.
Por otra parte, Tom Watson, también miembro de la Cámara de los Comunes, ha sido elegido como el número dos de la formación, que intenta superar con estas primarias la debacle electoral sufrida el mayo. El Partido Conservador obtuvo entonces la mayoría absoluta en el Parlamento.
Fuentes laboristas citadas por los medios británicos han confirmado que un 76,3 por ciento de los afiliados y simpatizantes registrados, alrededor de 423.000 personas, han votado para elegir a los nuevos líderes del partido.
El objetivo del Partido Laborista pasa por volver al poder en los comicios parlamentarios previstos para dentro de cinco años, algo que Watson ha mencionado expresamente en la parte final de su primer discurso. "Ganaremos en 2020", ha proclamado ante un público entusiasta.
Sin embargo, la perspectiva de un regreso a las raíces socialistas ha agitado los temores entre quienes consideran que los laboristas perderán el voto moderado y, por tanto, cualquier posibilidad de superar a los tories a nivel global.