Hungría ha anunciado este viernes que ofrecerá a los cientos de refugiados que se encuentran en la estación de trenes Keleti de Budapest y otros tantos que marchan por la autopista M1 trasladarlos hasta la frontera con Austria. El transporte se realizará en unos cien autobuses que esta misma noche estarán a disposición de los refugiados para que puedan llegar a la localidad fronteriza de Hegyeshalom.
"Pedimos a los inmigrantes que acepten nuestra propuesta", dijo el ministro húngaro de Gobernación, János Lázár, quien indicó que, por el momento, no es seguro que estas personas puedan cruzar a Austria, ya que no se conoce la postura de Viena al respecto. Explicó que este viernes Budapest pidió a Viena una aclaración sobre el trato a los refugiados que se dirigen a Austria, pero hasta el momento no ha recibido respuesta.
Esta decisión se ha tomado horas después de que el Parlamento húngaro haya aprobado una serie de nuevas leyes para controlar el flujo de inmigrantes y refugiados que llegan al país. Las nuevas leyes, que aumentan la autoridad de la Policía, convierten en delito cruzar o dañar la valla y la entrada ilegal en el país será punible con hasta 3 años de cárcel. La nueva ley también permite presentar la solicitud de asilo en los pasos fronterizos.
El presidente de Hungría, Viktor Orbán, ha advertido en una entrevista radiofónica que "si no defendemos nuestras fronteras, vendrán decenas de millones a Europa", en alusión a los refugiados que están huyendo de Siria e Irak. "Si permitimos que todo el mundo entre, será el fin de Europa. Nos podemos despertar una mañana y darnos cuenta de que estamos en minoría en nuestro propio continente", ha añadido.