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Rebrote del antisemitismo

¿Se quedará Europa sin comunidades judías?

¿Europa empieza a ser un lugar incómodo o, peor aun, peligroso para los judíos? Personalidades relevantes nos hablan de ello.

¿Europa empieza a ser un lugar incómodo o, peor aun, peligroso para los judíos? Personalidades relevantes nos hablan de ello.
Lápidas en un viejo cementerio judío de Cracovia | C.Jordá

Los atentados en Francia, en Bélgica o en Dinamarca han puesto en las portadas un viejo fenómeno: el antisemitismo. Hacía mucho tiempo que los judíos no morían en Europa por ser judíos… o quizá no tanto. Lo cierto es que, al menos en ciertos medios y en algunas instancias oficiales, la cuestión ha cobrado un protagonismo que no tenía.

Estuvo muy presente, como no podía ser de otra manera, en la celebración del 70 aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz, en la que se vio cuán urgente es recordar el pasado para que no se repita. Al mismo tiempo, experimentos periodísticos nos demuestran que las ciudades europeas no son el paraíso de tolerancia que pensábamos.

La pregunta surgió y rápidamente hubo respuestas: tanto Hollande como Manuel Valls han repetido en numerosas ocasiones que los judíos franceses tienen su hogar en Francia, pero lo cierto es que miles de personas han emigrado a Israel en los últimos años.

Al mismo tiempo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu animaba a los judíos europeos a emigrar a su país en unas declaraciones que no han gustado mucho en los gobiernos europeos e incluso a algunas personalidades judías relevantes.

Pero más allá de las polémicas políticas, lo cierto es que la sensación de que nuestro continente está dejando de ser un espacio seguro para los judíos se extiende entre las comunidades de los distintos países y, sobre todo, en los medios.

¿Qué ocurre en España?

Desde Libertad Digital hemos tratado de calibrar la profundidad de esta preocupación y para ello hemos preguntado a algunas personalidades relevantes entre los judíos europeos, entre ellas el presidente de la Federación Española de Comunidades Judías, Isaac Querub, que nos muestra su "inmensa inquietud y enorme preocupación" por lo que está ocurriendo, si bien no es algo que se haya destapado en los últimos meses ni siquiera en los últimos años: "Desde 2006 hay un incremento de la hostilidad, la agresividad y en resumen del antisemitismo", nos dice evocando el caso de Ilan Halimi, un joven judío francés que fue secuestrado y torturado durante tres semanas hasta la muerte.

En nuestro país "no ha habido agresiones, pero sí un incremento de la hostilidad", nos cuenta Querub recordando los "17.000 tuits antisemitas" que se produjeron tras la derrota del Real Madrid en la Final Four de baloncesto frente al Maccabi de Tel Aviv.

"El antisemitismo ha sido marginal en España –nos explica Isaac Querub- porque somos un porcentaje muy pequeño de la población", pero el "caldo de cultivo está ahí" y de ese caldo de cultivo "surge la tragedia".

Para Querub, además, es importante señalar que no es una cuestión que deba preocupar sólo a las comunidades hebreas, y lo explica con una metáfora: "Los judíos somos como el pájaro del minero que detectaba el gas grisú: porque el antisemitismo afecta a todos".

¿Qué hacer? A largo plazo Querub habla de educación y de "los valores judeocristianos, que son los nuestros, que es nuestro patrimonio y lo que queremos para nuestros hijos". A corto plazo es más contundente: "Legislación y acciones policiales y militares. No sólo tenemos el derecho de defendernos sino también el deber".

Preguntamos a Isaac Querub por el llamado de Netanyahu a los judíos para que emigren a Israel y lo pone en la perspectiva de la campaña electoral en la que está inmerso el primer ministro israelí, además de que "es lógico" que un mandatario de Israel "invite a los judíos a que vayan si no están a gusto en sus países".

Sin embargo, recalca que la española es "una comunidad pequeña pero que está perfectamente integrada, compartimos con el resto de los españoles las mismas inquietudes y problemas". Además, incide en que los poderes públicos "están haciendo su trabajo y nos sentimos protegidos. Se lo han tomado muy en serio", concluye.

Más incidentes que nunca

Cambiamos de país para una perspectiva diferente y contactamos con Mike Whine, director del Community Security Trust, una institución británica dedicada específicamente a la seguridad de la comunidades judías.

Whine nos habla de una comunidad judía británica floreciente, con "un éxito sin precedentes" representada al más alto nivel "en las artes, la política y las profesiones liberales". Sin embargo, no toda la realidad es tan positiva: "Los incidentes antisemitas y el discurso están aumentando, especialmente en 2014, cuando se registraron los mayores niveles" en mucho tiempo. De hecho, nos cuenta que su organización registró "1.168 incidentes antisemitas" en 2014, casi el doble que el año anterior. También es cierto, matiza, que "la mitad de ellos se produjo en julio y agosto", coincidiendo con la incursión de Israel en Gaza.

Pero la tendencia es más profunda, según Mike Whine: "El antisemitismo en Europa ha ido en aumento desde la década de los noventa", con la llegada de generaciones que ya no habían vivido el Holocausto y el surgimiento de la "alianza de la extrema izquierda con los palestinos" , habitualmente envuelta "en ideologías antisemitas profundamente arraigadas". Las encuestas, nos recuerda, señalan también ese incremento.

Distintos antisemitismos

No obstante, hay que señalar diferencias importantes: "En Europa Central y del Este el antisemitismo por lo general surge como consecuencia de culpar a los judíos de colapso económico y con el auge del ultranacionalismo". En Europa occidental, por el contrario está más relacionado con el islamismo "que penetra las comunidades musulmanas" y en no pocas ocasiones con la alianza "tóxica" de éste con "la extrema izquierda antisionista y antisemita".

Por otro lado, Whine distingue entre dos amenazas para los judíos europeos diferentes pese a estar, obviamente, muy relacionadas: el antisemitismo y el terrorismo. "Sabemos que Al Qaeda y el Estado Islámico –como también Irán y sus proxys como Hezbolá- promueven el terrorismo específicamente contra objetivos judíos". Whine explica que puede que no sean sus objetivos principales, pero aún así esto representa "un cambio cualitativo en la amenaza, y tiene que tenerse en cuenta adecuadamente en la planificación contra el terror de los estados".

La cuestión de fondo es que "el antisemitismo es el núcleo de la ideología islamista, pero esto no ha sido entendido por los estados europeos hasta hace poco" nos explica nuestro interlocutor. Afortunadamente, "ahora sí comprenden la amenaza" y se están defendiendo contra ella, "algunos con eficacia" y otros, por desgracia, "no tan bien".

El mensaje de Whine tiene una parte que, en cierto sentido, es optimista: "La diferencia entre la actualidad y los años 30 y 40 es que el antisemitismo entonces fue promovido por los estados, mientras que ahora surge de las calles y los estados, generalmente, están apoyando a las comunidades judías y les ayudan a defenderse".

Para terminar preguntamos también a Mike Whine por las palabras de Netanyahu, que él atribuye completamente a la campaña electoral, no obstante sí que cree que las declaraciones del primer ministro israelí recuerdan "que es responsabilidad de los estados proteger a sus ciudadanos judíos, que son los contribuyentes como todos los demás".

"La situación ha empeorado"

Nuestro último interlocutor es Ronald S. Lauder, el presidente de Congreso Mundial Judío (WJC por sus siglas en inglés) y, probablemente, el máximo representante mundial de todas las comunidades judías fuera de Israel.

Lauder tiene muy claro que "la situación ha empeorado en los últimos meses y años", y nos recuerda los ataques terroristas "en Toulouse, en Bruselas, en París y ahora en Copenhague" o la "oleada de antisemitismo a raíz de la operación israelí en Gaza el verano pasado".

Para Lauder "hay una verdadera sensación de inseguridad" y muchos judíos se preguntan si ellos o sus hijos "tendrán un futuro en Europa". No son meras especulaciones: "Según una encuesta hecha en 2013, es decir, antes de los últimos atentados, cerca de la mitad de los judíos europeos teme ser víctima de un ataque antisemita".

Un ataque que él no duda que se va a producir: "No sabemos cuándo ni dónde será el próximo atentado, pero podría ser en cualquier lugar", por eso la "amenaza yihadista necesita ser tratada con urgencia por todos los países de Europa, ningún país es inmune, cualquiera puede convertirse en la próxima víctima de los extremistas" máxime cuando "no es sólo una amenaza para judíos sino a nuestras sociedades libres en su conjunto".

"El antisemitismo siempre ha estado ahí"

"El antisemitismo siempre ha estado ahí –nos dice Lauder-, pero mientras que hace unas décadas la mayoría tenía mucho cuidado de no decir cosas contra los judíos en público, hoy muchos se sienten envalentonados para hacerlo".

"Es quizás la forma más antigua de odio racial –nos explica nuestro interlocutor- y a pesar del Holocausto todavía está vivo y coleando en Europa". Por eso es tan importante "que Europa reconozca el desafío y luche contra el antisemitismo por todos los medios".

Por último, preguntamos al presidente del WJC por las declaraciones de Netanyahu, que él ve como algo bastante normal: "Lo que dijo no era muy diferente de lo que la mayoría de sus predecesores ha dicho, que siempre hay un lugar para los judíos en Israel".

No obstante, Lauder duda de la eficacia del llamamiento: "Creo que las personas no toman la decisión de emigrar en base a las declaraciones de los dirigentes políticos" y, en cualquier caso, pide un esfuerzo por proteger la permanencia de judíos fuera de Israel: "La respuesta correcta a los ataques terroristas no debería ser un éxodo masivo de los judíos europeos, sino una lucha de principios para salvaguardar la vida judía en Europa".

"Fue un milagro que la vida judía floreciese de nuevo en Europa después del Holocausto, y no debemos permitir que sea destruida. Si lo hacemos –concluye Ronald Lauder- los terroristas y los antisemitas habrían ganado".

Seguramente el presidente del WJC tiene razón y quizás lo peor de todo sea que no habrían ganado sólo a judíos sino a todos nosotros, a todos los europeos. Efectivamente, las comunidades judías europeas son un pájaro que nos alerta del grisú de la barbarie, probablemente por ahora el pequeño pájaro no se asfixie, pero empieza a sentirse más que incómodo: debemos estar muy alerta.

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