El primer ministro de Francia, Manuel Valls, reprobó este lunes las declaraciones del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien aseguró a los judíos europeos y de cualquier país que "Israel es el hogar de cada judío".
"Estar en campaña electoral no justifica cualquier declaración. El lugar de los judíos franceses es Francia. (...) Francia está herida, como vosotros, y no quiere vuestra partida", declaró el político galo en una entrevista concedida a la emisora de radio RTL y recogida por Efe.
Valls intenta frenar el éxodo que se está produciendo de judíos franceses a Israel. Las principales causas de esta fuga de seres humanos son tres: el aumento del antisemitismo -el último ataque de este tipo lo protagonizaron cinco menores de entre 15 y 17 años que profanaron 250 tumbas de un cementerio judío de Sarre-Union-, el auge del Frente Nacional y la falta de oportunidades laborales.
Según la Agencia Judía para Israel, que proporciona cursos de hebreo y apoyo financiero a los judíos que se aventuran en ese periplo, 7.321 franceses abandonaron Francia el año pasado abandonaron para instalarse en Israel. Supone casi el doble que los 3.393 casos de 2013 y supera de largo a los 3.870 ciudadanos estadounidenses que partieron hacia Israel en 2014.
Por su parte, el Servicio de Protección de la Comunidad Judía -SPCJ-, del que forman parte asociaciones y el Ministerio francés del Interior, detectó un aumento del 91 por ciento de actos antisemitas en Francia entre enero y julio de 2014, respecto al mismo período del año anterior. Se registraron 527 casos frente a 276 de 2013, con actos que van desde agresiones verbales o físicas hasta pintadas en templos o profanaciones de tumbas.
El SCPJ se refiere a un antisemitismo "poliforme", que no se circunscribe solo a la coyuntura geopolítica del conflicto árabe-israelí sino que "es estructural, es decir, intrínsecamente de la propia sociedad francesa", apunta el profesor de historia y geografía Jean-Paul Fhima en Le Nouvel Observateur.
Por su parte, el propio Gobierno israelí estima que unos 10.000 judíos franceses se irán en 2015 a Israel, cuyo primer ministro, Benjamin Netanyahu, viajó a Francia tras los atentados contra el semanario satírico Charlie Hebdo.