El recién elegido primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, ha tardado muy poco en mostrar su marcado antieuropeísmo. Uno de sus primeros actos ha consistido en reunirse el lunes con el embajador ruso en Grecia, Andrey Maslov, el primer representante extranjero al que atiende, en un momento en que las relaciones entre la UE y Moscú están atravesando una situación muy delicada a raíz del conflicto en Ucrania y las sanciones económicas y comerciales decretadas por ambas partes.
Durante el encuentro, el diplomático le ha entregado una carta de felicitación remitida por el presidente ruso, Vladimir Putin. En este sentido, cabe señalar que en los últimos días se ha barajado la posibilidad de que Rusia preste su apoyo a Grecia en caso de que, finalmente, abandone el euro.
El segundo mensaje de Tsipras, no exento de simbolismo, ha consistido en acudir al memorial de los 200 griegos asesinados por los nazis en 1944, durante la II Guerra Mundial. De hecho, éste ha sido su primer acto oficial como primer ministro heleno. Su presencia tampoco ha dejado indiferente a los analistas, que no han dudado en interpretarlo como un toque de atención a la canciller germana, Angela Merkel, ya que, durante estos últimos años de crisis, la oposición griega no ha dudado en equiparar a Berlín con el antiguo régimen nazi.
First act as PM, #Tsipras visits Kaisariani rifle range where Nazis executed 200 Greeks on 1 May 1944 v/@dgatopoulos pic.twitter.com/a4CeNgsw66
— Damian Mac Con Uladh (@damomac) enero 26, 2015