Dos presuntos terroristas islamistas han muerto y un tercero ha resultado herido en una operación antiterrorista de la Policía belga en la ciudad de Verviers, situada en la provincia de Lieja (Valonia), según ha confirmado la Fiscalía belga. En la intervención policial fueron detenidas también varias personas.
Además del operativo en esa ciudad, unidades antiterroristas de la Policía federal realizaron una segunda operación en Bruselas con el objetivo de capturar a un grupo de yihadistas que habían regresado de Siria y que estaban bajo vigilancia policial, según ha informado el diario Le Soir en su edición digital.
Desde la Fiscalía belga confirmaban pasadas las 20:00 (hora española) que los sospechosos abatidos planeaban atentados de gran magnitud en el país y destacaban que la operación policial comenzó hace días, antes de los atentados en París. Según Le Soir fueron las escuchas policiales permanentes en sus viviendas y también de las líneas telefónicas que utilizaban las que "habrían revelado que los sospechosos tenían la intención de cometer atentados en la capital belga tras los ataques de París".
La Fiscalía federal de Bélgica aseguró que con la amplia operación antiterrorista realizada en Bruselas, Verviers y Vilvoorde "se han evitado atentados terroristas de envergadura y que iban a ser cometidos de inmediato".
Los fallecidos, jóvenes de la ciudad de Verviers, eran islamistas conocidos y seguidos por la Policía federal belga, según medios locales, que también han apuntado a que habían regresado al país después de haber pasado varias semanas en Siria.
Vecinos de la zona cercana a la estación de trenes de Verviers dijeron a la cadena de televisión RTBF que "se oyeron disparos y varias explosiones", mientras que otros testigos citados por Le Soir indican "haber visto corriendo a dos jóvenes de entre 25 y 30 años de origen magrebí, vestidos de negro y con una bolsa del mismo color".
Las autoridades belgas han incrementado la vigilancia de presuntos grupos yihadistas desde los ataques de París, en los que murieron 17 personas, y el miércoles detuvieron a un hombre que negoció con los hermanos Kouachi la entrega de las armas que utilizaron en el atentado contra la sede del semanario.
El hombre ha sido acusado de tráfico de armas por orden de un juez de instrucción de la ciudad de Charleroi, según confirmó la Fiscalía, que está encargada de la investigación. El traficante explicó que al enterarse de la vinculación de Coulibaly con el movimiento radical Estado Islámico (EI) se asustó y prefirió compartir la información que tenía con la policía.
La policía belga también busca a un hombre de origen africano que en la estación de metro de Molenbeek, un barrio bruselense con amplia presencia de población musulmana, profirió en árabe y en francés frases religiosas, informa L'Écho.