En contra de lo que aduce la teoría separatista, tras la celebración del referéndum independentista en Escocia podría estar generándose un ambiente de mayor enfrentamiento y violencia, al menos si nos atenemos a lo ocurrido en la pasada noche en Glasgow –la mayor ciudad en la que triunfó el sí- en la que unionistas e independentistas se enfrentaron violentamente la pasada noche.
Según informa el periódico británico The Guardian, se han producido seis detenidos y los enfrentamientos nacieron cuando un grupo de manifestantes unionistas -que identifican con grupos de skin heads partidos de un pub unionista cercano- se enfrentaron a independentistas que se concentraban en la plaza George, en el centro de la ciudad, y que ha venido siendo lugar para manifestaciones a favor de la independencia escocesa.
Según su relato, los unionistas irrumpieron lanzando insultos, algunos de contenido racista, y cantando la canción tradicional patriótica Rule Britannia, mientras que los independentistas entonaban otra melodía tracional: Flower of Scotland.
El Daily Telegraph, por su parte, no habla de skin heads, sino de grupos de gente que se esparcieron por las calles aledañas a la plaza George para luego entrar en esta, momento en el que se desarrollaron los disturbios, que requirieron la intervención de policías incluso a caballo.
En declaraciones que recoge la agencia Efe, la líder de los laboristas escoceses, Johann Lamont, afirmó que el orden se estableció "tan pronto como fue posible"; mientras que la dirigente conservadora Ruth Davidson afirmó que no quiere "ver escenas como esas en las calles" de Escocia. El liberaldemócrata Menzies Campbell, por su parte, consideró "extremadamente desalentadores" los desórdenes.