El primer ministro de Francia, el socialista Jean-Marc Ayrault, presentó este lunes su dimisión y la de su Gobierno al presidente, François Hollande.
Su anuncio, confirmado en un escueto comunicado, llega al día siguiente de una histórica derrota del Partido Socialista (PS) en las elecciones municipales francesas y tras reunirse durante dos horas con Hollande, que prpara un inminente cambio de Gobierno.
Poco después, Hollande anunciaba que al frente del nuevo Ejecutivo estará el actual ministro del Interior, Manuel Valls. El presidente francés hizo este anuncio en una declaración televisada.
En un mensaje de siete minutos y en diferido, tras haber recibido horas antes la dimisión de Ayrault, Hollande le agradeció la "valentía y abnegación" con la que ha conseguido "restablecer una situación muy degradada" y dijo haber entendido el mensaje de "descontento y decepción" enviado por los electores.
"No hay suficiente cambio, no (hay) suficiente empleo, todavía hay demasiado paro, todavía hay demasiados impuestos, y todavía hay demasiados interrogantes sobre la capacidad de nuestro país para salir adelante. Es el mensaje que me habéis dirigido y que recibo personalmente", analizó el presidente.
Hollande anunció que hoy se abre "una nueva etapa" con un gobierno "de combate" y más reducido (en el actual hay 38 ministros y ministros delegados) que dirigirá Valls con tres objetivos: devolver a Francia su fuerza económica, concentrarse en la justicia social y aumentar el poder adquisitivo de los franceses.
"Son las empresas las que crean empleo. La primera de las injusticias es el desempleo. Es decisivo para el futuro de nuestro país producir más, en Francia, y de forma diferente", añadió Hollande, que prometió una "disminución de impuestos" y de las cotizaciones que pagan los trabajadores "de aquí a 2017".
Tras confirmarse ayer la amplia derrota del PS en los comicios locales, Ayrault, de 64 años, dijo en una comparecencia en televisión que el resultado responde a una responsabilidad colectiva, pero que asumía "toda" su culpa.
El todavía primer ministro, que llegó al puesto en mayo de 2012 tras la victoria de Hollande en las elecciones presidenciales frente a Nicolas Sarkozy, ha visto su popularidad caer en picado desde entonces, casi tanto como la del propio presidente. Un reciente sondeo publicado por el instituto BVA para la revista "L'Express" muestra que Ayrault cuenta con una aceptación del 25% entre los franceses, un punto menos que en febrero.
Valls, de 51 años, es uno de los políticos más populares de Francia (53 %). Sin embargo, el titular de Interior, situado políticamente en el ala más a la derecha del PS, no agrada a Los Verdes, que participan en la coalición de Gobierno y no descartan salir de ella en caso de que Valls asuma el control del Ejecutivo, según hizo saber la semana pasada la ecologista y ministra de Vivienda, Cécile Duflot.
Los comicios municipales, celebrados a dos vueltas ayer y el anterior domingo, estuvieron marcados por una abstención récord de cerca del 36,3%. Arrojaron un balance muy negativo para la izquierda, pero muy favorable para el centro-derecha, que recuperó el terreno perdido en 2008, y un buen resultado para el ultraderechista Frente Nacional (FN).
El centroderecha, según datos del Ministerio del Interior todavía provisionales, consiguió el 45,1% de los votos, la izquierda el 40,5%, la extrema derecha el 6,85 % y la extrema izquierda el 0,06 %.