Las investigaciones policiales en torno a la tragedia de Lampedusa, que se cobró la vida de 366 personas, se centran ahora en conocer las torturas y vejaciones a las que fueron sometidos los inmigrantes antes del fatídico viaje.
El somalí de 24 años que organizó el viaje a la isla de Lampedusa ha sido acusado finalmente de los delitos de extorsión, asociación criminal, tráfico de personas y violencia sexual.
Los magistrados que llevan el caso han explicado que los supervivientes del naufragio denunciaron que, antes de embarcarse, el somalí y otros traficantes les sometieron a torturas y violaron a las mujeres repetidamente.
El diario Corriere della Sera indica que la investigación comenzó cuando el centenar de inmigrantes que se salvaron del naufragio se encontraron, en el centro de acogida de Lampedusa, con el somalí, que había llegado en otro barco. Las fuerzas de seguridad tuvieron que calmar a los supervivientes para que no agrediesen al somalí. Los supervivientes declararon a los magistrados que la red de tráfico de personas para la que trabajaba el detenido les interceptó cerca de Sheba, al sur de Libia, y amenazándoles con armas se los llevaron en un vehículo.
Después les trasladaron a un campamento en el desierto y llamaron a los familiares de cada uno de ellos para pedirles entre 3.000 y 3.500 dólares que tenían que enviar por los circuitos internacionales de envío de dinero.
A esas cifras tenían que sumar los entre 1.000 y 1.500 dólares que costaba el viaje en barco hacia las costas italianas. Los inmigrantes han contado que, en el periodo que estuvieron en manos de esta red, fueron torturados y maltratados durante días, les pegaban con bastones y recibieron descargas eléctricas.
Según la declaración de algunos de los supervivientes eritreos, permanecieron un mes en ese campamento. Las mujeres supervivientes han relatado que, durante ese tiempo, fueron violadas repetidamente por varios hombres, entre los que se encontraba el somalí detenido hoy, e incluso "ofrecidas a grupos de paramilitares que pasaban por la zona". "Cada tarde, se llevaban a dos jóvenes, las pegaban y las violaban y una tarde sólo volvió una porque a la otra chica la habían matado", indica el Corriere della Sera.
Por su parte, la BBC recoge las diferentes teorías policiales para explicar por qué el somalí se expuso a ser reconocido por los inmigrantes presuntamente maltratados. La primera vertiente de las pesquisas policiales estima que el detenido estaba tratando de consolidar los vínculos con los socios criminales en Italia. La segunda teoría gira en torno a que el somalí podría haber estado huyendo de las tensiones existentes en la red de tráfico de personas.