El Papa Francisco ha creado un comité supervisor financiero para la Santa Sede y el Estado del Vaticano dentro de una nueva batería de reformas sobre la economía y las finanzas vaticanas, muy cuestionadas, sobre todo, por el papel de su banco, el Instituto para las Obras de Religión (IOR).
El pontífice argentino aprobó hoy un "Motu Proprio" (documento papal), que da continuidad al aprobado por su predecesor, el Papa Benedicto XVI, y que incluye medidas para la prevención y lucha contra el blanqueo de capitales, financiación del terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva.
Entre las medidas figura la constitución del Comité de Seguridad Financiera Vaticano, que coordinará a las autoridades competentes de la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano en estas cuestiones y que estará presidido por el asesor para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, Bryan Peter Wells.
Blanqueo, terrorismo y armas
"Deseo renovar el compromiso de la Santa Sede en adoptar los principios y ejecutar los instrumentos jurídicos desarrollados por la comunidad internacional, adecuar aun más el orden institucional para la prevención y la lucha contra el blanqueo, la financiación del terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva", comenta Francisco en el "Motu Proprio".
Refuerza la función de vigilancia
Con esta última iniciativa, de cuya ejecución será responsable también la AIF, el Vaticano responde a una recomendación hecha por la comisión Moneyval del Consejo de Europa, que ha reconocido ya que la Santa Sede ha recorrido un "largo camino en muy poco tiempo" en la lucha contra el blanqueo de capitales.
"La promoción del desarrollo humano integral sobre el plano material y moral requiere de una profunda reflexión sobre la vocación de los sectores económicos y financieros y sobre su correspondencia como fin último de la realización del bien común", afirma el pontífice argentino.
"Por este motivo -prosigue- la Santa Sede, en conformidad con su naturaleza y misión, participa en los esfuerzos de la comunidad internacional destinados a la protección y la promoción de la integridad, estabilidad y transparencia de los sectores económicos y financieros y a la prevención y a la lucha contra las actividades delictivas".
A la Curia Romana
Este último asunto se suma a la creación por parte de Francisco el pasado abril de un grupo de ocho cardenales para que le aconsejen en el Gobierno de la Iglesia y estudien una revisión de la Curia Romana, tras los casos de curas pederastas y el escándalo Vatileaks, que desveló luchas internas y supuestos casos de corrupción.