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Blancos, latinos, mujeres… la victoria de Trump en cifras

Una de las sorpresas de la noche fue la subida del voto latino para los republicanos, que supera el porcentaje que obtuvo Mitt Romney o John McCain.

Una de las sorpresas de la noche fue la subida del voto latino para los republicanos, que supera el porcentaje que obtuvo Mitt Romney o John McCain.
Seguidores de Trump celebran la victoria de su candidato | EFE

La división del electorado en sectores o grupos étnicos ha sido constante desde que comenzaron los análisis de la campaña electoral de demócratas y republicanos con Clinton y Trump como principales candidatos a la presidencia de EEUU. Fueron numerosas las ocasiones en las que los representantes demócratas se felicitaban de que los latinos, las mujeres, los universitarios y los hombres blancos con estudios se decantaban por la candidata demócrata, mientras que a Trump sólo le votarían los blancos racistas y sin estudios de la América profunda.

A la luz del resultado de las elecciones, el equipo demócrata y las casas de encuestas no han podido estar más equivocados. Si bien los minorías étnicas hispana y afroamericana han votado mayoritariamente a la candidatura demócrata -como han hecho tradicionalmente- no han alcanzado las cifras que otorgaron a Obama en las anteriores elecciones. Es decir, que hispanos y afroamericanos han mantenido su tendencia e incluso han rebajado en algún punto su apoyo a los demócratas.

Actualmente, la población de origen hispano en EEUU representa aproximadamente un 15% de la población y, de nuevo, ha confiado en los demócratas con un 65%. No obstante, a diferencia de las predicciones que hablaban de que llegaría a superar incluso los resultados entre los latinos que cosechó Obama en el pasado, Hillary no ha logrado llegar al 71% del presidente saliente. En cambio, Trump ha logrado algo más de apoyo del que logró Mitt Romney en 2012 con un 29% frente al 27% que cosecharon los republicanos hace cuatro años.

Quien no se ha salido del guión es la minoría afroamericana que ha votado abrumadoramente a favor de Hillary Clinton, aunque los demócratas, en esta ocasión, tampoco han logrado mejores cifras que las de Obama. El 88% de los afroamericanos han dado su apoyo a Clinton frente al 93% que confió en Obama en 2012. En frente, Trump ha mejorado en un punto porcentual el resultado de su antecesor en la carrera republicana por la Casa Blanca. El magnate ha logrado un 8% del voto afroamericano frente al 7% de Romney.

No obstante, que Trump mantuviera o mejorara ligeramente el apoyo de las minorías hispanas y afroamericanas para su candidatura no podía ser suficiente para hacerse con la Casa Blanca. El voto decisivo ha sido el que ha llegado de la mayoría blanca y, en concreto, de la clase media trabajadora. Los blancos representan en EEUU cerca del 80% de la población, una mayoría de la que los demócratas confiaba en llevarse más del 50% además del voto de hombres y mujeres blancos con estudios y también el de los universitarios pero no ha sido así.

Trump ha obtenido una amplia victoria entre los hombres blancos no universitarios. El 72% de este colectivo ha confiado en el magnate frente al 23% que ha votado a Hillary Clinton. Un núcleo poblacional identificado con "la américa profunda" pero que no deja de constituir una importante clase media norteamericana que se ha sentido abandonada por el establishment político, mediático y cultural.

No es de extrañar que Donald Trump, en su discurso de aceptación frente a sus seguidores y acompañado de su numerosa familia, equipo de campaña y compañeros de partido, proclamara que "los hombres y mujeres olvidados de este país no volverán a ser olvidados nunca más".

Además, Trump ha obtenido más apoyos que Clinton entre los hombres blancos con estudios universitarios (54% frente al 39%) y entre las mujeres blancas sin estudios superiores (62% frente al 34%). Las mujeres blancas con estudios también han confiado en Trump, pero en este caso, Clinton ha ganado, aunque por escaso margen (51% frente al 45%).

En anteriores comicios, el voto de la mayoría blanca ha estado más dividido entre demócratas y republicanos, pero en esta ocasión, ha votado casi en bloque por Donald Trump. Esto ha terminado de inclinar la balanza hacia el lado republicano. Además, a esto hay que sumarle que la participación ha sido mucho mayor entre los grupos de población favorables al republicano y ha caído, respecto al año 2012, entre potenciales votantes demócratas como los afroamericanos.

Otra de las esperanzas de los demócratas que no ha terminado de volcarse con Clinton ha sido el voto de los universitarios, buena parte de ellos, nuevos votantes. Aunque la mayoría ha optado por el voto demócrata no ha habido vuelco respecto a otras elecciones y el 37% del voto joven ha ido a parar a Trump frente al 54% que ha optado por Clinton, un 6% menos de lo que obtuvo Obama en este colectivo.

Sin olvidar que todos estos datos son los que ofrecen las cadenas de televisión basados en encuestas a pie de urna, también hay que destacar otras estadísticas interesantes que nos deja la noche electoral. El voto discriminado por sexo ha estado dividido, el 53% de los hombres ha votado a Trump frente al 41% que lo ha hecho por Clinton, mientras que los datos entre las mujeres son al contrario, el 54% otorgó su voto a Clinton frente al 42% que lo hizo por Trump. Por grupos de edad, Trump gana entre los mayores de 45 años y Hillary entre los menores de esa edad.

Unos datos, en definitiva, que ofrecen algunas claves de la victoria del excéntrico magnate inmobiliario y que prueban que su discurso, en ocasiones extemporáneo, racista, machista y marrullero no ha hecho mella en las minorías que, se presumía, iban a retirarle el apoyo y cuyo mensaje dirigido a la clase media trabajadora, lo que él ha llamado "los olvidados" de EEUU, ha terminado por surtir efecto en el núcleo de indecisos que tradicionalmente deciden con su voto quién ocupa la Casa Blanca.

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