Ante el ataque con armas químicas en Siria, la Casa Blanca ha emitido un comunicado en el que afirma que los lideres de Australia, Canadá, Francia, Italia, Japón, la República de Corea, Arabia Saudí, Turquía, Reino Unido y España, han firmado una declaración en la que realizan "un llamamiento para dar una fuerte respuesta internacional a esta grave violación de las normas. Los que perpetraron estos crímenes deben rendir cuentas".
Estos países se muestran contrarios al régimen del presidente Bashar Al Asad tras el ataque químico y apoyan los esfuerzos internacionales por prohibir el uso de este tipo de armamento.
La nota comienza con el aviso de que "la normativa internacional contra el uso de armas químicas tiene mucho tiempo y es universal. El uso de armas químicas en cualquier lugar disminuye la seguridad de las personas. Si no recibe una respuesta, aumenta el riesgo de su uso de estas armas y su proliferación". En la nota condenan "el horrible ataque que se cobró la vida de tantos hombres, mujeres y niños. La evidencia apunta claramente al gobierno sirio como responsable del ataque".
Sin embargo, en otro comunicado del Departamento de Estado de EEUU, España no aparece entre los países que apoyan de manera explícita un ataque militar. El texto habla de nueve países que serían: Australia, Albania, Canadá, Dinamarca, Francia, Kosovo, Polonia, Rumania y Turquía.
Obama cree que el ataque es necesario
Minutos antes, el presidente de EEUU, Barack Obama, dijo que sigue convencido de que es necesario lanzar un ataque militar contra Siria por el uso de armas químicas, y señaló que el próximo martes 10 de septiembre dirigirá un mensaje a los estadounidenses acerca de esa crisis.
Obama declaró que la intervención militar está lejos de ser su preferida. "No es conveniente. No creo que sea precisamente la clase de opción que la población mundial considere especialmente atractiva", lamento el presidente de Estados Unidos. "Pero la pregunta es ¿acaso estas normas no significan nada? ¿qué pensaríamos de nosotros mismos si no actuáramos?", indicó el presidente.
"Si vamos en serio sobre nuestra prohibición del uso de armas químicas, entonces necesitamos una respuesta internacional, y esa respuesta no procederá del Consejo de Seguridad de la ONU", afirmó.
"Esto no es algo que hayamos inventado nosotros, no es algo que estemos usando como excusa para una acción militar", insistió en referencia al ataque químico del que Washington ha responsabilizado abiertamente al régimen de Bashar al Assad. "Fui elegido para acabar guerras, no para iniciarlas, pero tenemos que tomar decisiones difíciles cuando defendemos las cosas que nos importan", añadió.
En referencia a la votación del Congreso, el presidente eludió responder sobre si actuará de todos modos en el caso de que el poder legislativo rechace la intervención, una opción a la que podría recurrir haciendo uso de sus privilegios presidenciales si considerara que EEUU está bajo amenaza directa. "Se lo planteo al Congreso, porque siendo sinceros: no puedo decir con toda seguridad que Al Assad es una amenaza directa e inminente para Estados Unidos. En este sentido, no puedo dar una respuesta directa", reconoció el presidente.