El júbilo ha tomado las calles de Watertown en la noche de este viernes tras el arresto del terrorista del maratón de Boston en una barcaza del patio trasero de uno de los vecinos de esta pequeña ciudad residencial norteamericana.
Cientos de personas, algunas de ellas incluso en pijama, se han echado a las calles para felicitar y agradecer a los Policías su labor de búsqueda y captura. Los vecinos de Watertown agitaban banderas de EEUU y vitoreaban a los agentes al paso de los vehículos y carros de bomberos.
Muchos, sujetando pancartas de agradecimiento, celebraron un viernes excepcional para la ciudad de Boston y, concretamente, para Watertown, donde se pidió a los ciudadanos que se quedaran en sus casas y no abrieran la puerta a nadie. Una orden que los vecinos cumplieron a rajatabla.
Así, tanto los ciudadanos como las autoridades de Boston han celebrado la captura del sospechoso huido del atentado contra el Maratón del lunes, considerando que "la amenaza ha sido eliminada", tras 24 horas de operación de búsqueda y captura y cuatro días de investigación. "Se ha hecho justicia con estos terribles crímenes", decía el agente del FBI al cargo de la operación, Richard Deslauriers, en la rueda de prensa posterior al arresto.
"Estos individuos, causantes de tanto dolor y angustia, ya no representan una amenaza. Ha sido verdadera y absolutamente una investigación muy intensa", ha apostillado. El jefe de la Policía de Boston, el superintendente Timothy Alben, ha sido el encargado de anunciar el arresto de Dzhokhar Tsarnaev y fue el que compareció por última ocasión antes de la captura para advertir sobre la peligrosidad del individuo y el desconocimiento de su paradero.
"Rezando por la recuperación de las víctimas"
El vecino Tom Sheridan, pintor de interiores, muestra en The Boston Globe su felicidad por la gran operación policial, aunque le preocupa "que haya más gente por ahí así". El citado medio también cuenta con el testimonio de Gilberto Junior, propietario de un taller, que relata que Dzhokhar Tsarnaev acudió a su negocio para que le hiciera unas reparaciones en su vehículo. Al día siguiente del atentado, el terrorista volvió a por su coche y, cuando el mecánico le dijo que "aún no lo había tocado, se puso nervioso".
También se ha pronunciado, a través de un comunicado, la familia de Martin Richard, el niño de 8 años fallecido en el atentado. Los familiares del menor agradeció a los agentes el trabajo realizado y señalan que continúan "rezando por la recuperación y el bienestar" de todas las "víctimas y sus seres queridos".