Hasta el momento, se ha confirmado el fallecimiento de tres personas mientras que los medios de comunicación hablan de unos 135 heridos -17 de ellos, en estado crítico- debido a dos explosiones registradas este lunes en la línea de meta del maratón que se celebraba en la ciudad de Boston, estado de Massachusetts, en las proximidades del hotel Fairmont Copley Plaza.
En la primera comparecencia ante la prensa, el Gobernador del estado, Deval Patrick, admitió el estado del shock en que se encuentra la ciudad y pidió la colaboración ciudadana para dar con los autores del atentado. Por eso, recomendó a todos estar muy atentos a movimientos "sospechosos" y "extraños" de personas y también a posibles paquetes abandonados.
Según las informaciones, uno de los muertos es un niño de 8 años, y hay más menores entre los heridos, algunos de ellos muy graves. Además, antes de que se produjeran estas explosiones hubo un incendio en la biblioteca JFK, que la Policía aún no relaciona con las bombas de la maratón. Y otra, después, controlada por la Policía en el Museo Biblioteca del presidente Kennedy. Las explosiones se han producido durante el Patriot Day, festivo en la ciudad. El comisario de la policía de Boston, Ed Davis, afirmó que "no hay nadie detenido ahora mismo. Las informaciones (aparecidas en algunos medios locales que hablaban de un sospechoso) no son verdad".
El Maratón de Boston es, según los organizadores, "el más prestigioso del mundo". La de este año es su 117ª edición. Es una de las cinco pruebas que configuran el World Marathon Majors, competición internacional que agrupa, desde 2006, a los cinco más grandes maratones del mundo (Nueva York, Chicago, Berlín y Londres, además del de Boston).