Copia cubana
Desde que Chávez anunció su intención de reformar la Constitución, la oposición venezolana ha venido objetando diferentes aspectos de las modificaciones en base a opiniones y análisis de expertos. Los partidos políticos no oficialistas fueron los primeros en expresar su rechazo a los cambios, secundados por importantes grupos de estudiantes independientes que se han lanzado a las calles a manifestarse.
En un foro público, el abogado constitucionalista Hermann Escarrá advirtió sobre la peligrosidad de las reformas "chavistas" porque, dijo, las consecuencias directas se reflejarían en los el ámbitos social, educativo, político y económico. Así, explicó: "La reforma además de contener normas que sólo aparecen en algunas legislaciones alemanas e italianas en tiempos del facismo también copia la Constitución cubana, especialmente en la limitación a la propiedad privada y otras formas de libertad".
Escarrá dijo en esa ocasión que el desconocimiento de los tratados internacionales sobre derechos humanos, la desaparición de la libertad de información y expresión, al trabajo, al derecho a huelga, a la protección estatal a la inviolabilidad de los domicilios no constan en la reforma de Chávez, que en realidad apunta a una nueva Constitución". En resumen, afirmó, se pretende instaurar "un sistema de personalismo autocrático" y de "cesarismo caudillista" porque el presidente "ha llegado a creer que está en ejercicio legítimo del poder".