Es la campaña electoral más larga
del mundo. Hace más
de un año
que
Obama y McCain comenzaron la
carrera
en
las
primarias demócratas y
republicanas. Cualquier
momento y
lugar
es bueno
para pedir el voto.
En el país donde nació la
publicidad
los
mensajes a favor y en contra
de los
candidatos se encuentran
cualquier soporte
imaginable.
Ingenio, humor y altas dosis de
mala leche se
combinan para
convencer a
los últimos
indecisos
en la recta final.