Los 25 viajes en tren más bonitos del mundo

Pueden durar dos horas o una semana, costar unos pocos euros o tanto como un crucero de lujo, pero todos tienen en común el placer de viajar en tren y un paisaje por la ventanilla que merece la pena disfrutar.

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Tranzapline (Nueva Zelanda)

Este viaje de 225 kilómetros cruza la isla Sur de Nueva Zelanda entre Christchurch y Greymouth en 4 horas y media. La ruta comienza por las llanuras de Canterbury, acompaña al río Waimakariri y cruza los Alpes del Sur, ofreciendo los paisajes casi vírgenes de la isla, de los que tan buen uso hizo El señor de los anillos.

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Glacier Express (Suiza)

Este tren nos permitirá disfrutar durante nueve horas de los valles y montañas suizos mientras cruza 91 túneles y 291 puentes para llevarnos desde St. Moritz a Zermatt.

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West Highland Line (Reino Unido)

El tren conecta Glasgow con los puertos de la costa oeste Oban, Fort William y Mallaig en un precioso recorrido entre colinas y lagos. Cerca del final pasaremos por el viaducto de Glenfinnan, que las películas de Harry Potter han hecho famoso.

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Denali Star (Alaska, EEUU)

Una de las mejores maneras de contemplar la belleza natural del estado más deshabitado de Estados Unidos es este viaje entre Anchorage y Fairbanks, las dos ciudades más pobladas de Alaska, que atraviesa el parque nacional de Denali. La compañía Alaska Railroad tiene otros viajes desde Anchorage que merecen la pena para visitar los fiordos de Kenai, el Yukon o el Glaciar Spencer.

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Transcantábrico (España)

Desde 800 euros (en temporada baja) podremos disfrutar de un tren de cinco estrellas que circula por la costa norte de España desde Santiago de Compostela a Bilbao y de ahí a San Sebastián o León, en recorridos de entre 3 y 8 días. Circula por un ancho de vía más estrecho de lo normal que le permite circular por parejes por los que un tren normal no podría.

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The Ghan (Australia)

El tren recorre el corazón de Australia de norte a sur desde Darwin hasta Adelaida. Son casi 3.000 kilómetros que se recorren en tres días con dos paradas de cuatro horas para descansar un poco de tanto traqueteo, y que nos permitirán aprehender la inmensidad del desierto del Outback. El nombre es una abreviatura de The Afghan Express, puesto en homenaje a los camelleros afganos que abrieron la primera ruta para llegar al centro de Austrialia.

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Talyllyn Railway (Reino Unido)

Un tren de vapor minúsculo, cuya locomotora y vagones datan de 1865, hace una pequeña ruta de poco más de veinte kilómetros entre ida y vuelta a paso de tortuga desde la localidad costera de Tywyn. Originalmente la vía se usaba para transportar pizarra desde las minas y ahora es un precioso tren turístico operado por voluntarios.

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Grand Canyon Railway (EEUU)

Este tren nos permitirá disfrutar durante hora y media del desierto de Arizona desde Williams hasta el borde sur del Parque Nacional del Gran Cañón. Desgraciadamente, en 2008 abandonó las locomotoras de vapor, que ya sólo viajan unos pocos fines de semana al año. A cambio disponemos de vagones panorámicos que nos permitirán disfrutar más del paisaje.

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El tren de Bergen (Noruega)

Este impresionante trayecto dura siete horas y nos permitirá ver fiordos, montañas y, en general, un paisaje espectacular. Su construcción se inició en 1875, tardó 34 años en terminarse y en ella participaron unos 15.000 hombres: su 182 túneles fueron excavados a mano. Conecta con el tren de Flåm, otro recorrido que merece mucho la pena.

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Maharajás Express (India)

Como su nombre indica, es un tren de mucho lujo, y uno de los más caros del mundo. Conecta Mumbai y Nueva Delhi con los principales destintos turísticos del Rajastán.

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Brockenbahn (Alemania)

Esta línea ferroviaria permite a los pasajeros alcanzar la cima de Brocken, la montaña más alta del macizo de Harz, mediante una línea de vía estrecha. Además de disfrutar de la ascensión, los vagones tienen los extremos abiertos, así que los fanáticos del tren podrán quedarse fuera y disfrutar a fondo de la locomotora de vapor.

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Blue Train (Sudáfrica)

Hasta 2007 este tren de cinco estrellas llevaba a las cataratas Victoria, pero el desastre en que se ha convertido Zimbabue provocó que ese viaje se cancelara. Ahora sólo permite contemplar los paisajes entre Ciudad del Cabo y Pretoria, una ruta que recorre en 27 horas de viaje.

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Linha do Douro (Portugal)

Terminada en 1887, este tren sale de Oporto y sigue el Duero hasta Pocinho, cerca ya de la frontera con España, a través de 20 túneles y 30 puentes; recorre 160 kilómetros en tres horas y media. Una de las mejores maneras de disfrutar el paso del Duero por nuestro país vecino. También existe una variante para turistas con locomotora de vapor.

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California Zephyr (EEUU)

Entre Chicago y Denver el viaje consiste sobre todo en una aburrida sucesión de campos de maíz, pero desde ahí hasta su final en San Francisco la cosa cambia dramáticamente. El tren viaja junto al río Colorado y recorre uno de sus cañones, el Ruby, además de cruzar las Rocosas a través de unos paisajes espectaculares.

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Rocky Mountaineer (Canadá)

La ruta entre Vancouver y Banff en Montañas Rocosas canadienses dura dos días y ofrece unos paisajes increíbles visibles desde vagones con grandes ventanas. Cuesta algo más de 1.200 euros y 1.700 con el servicio de lujo GoldLeaf, que incluye vagones con techos transparentes.

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Adirondack (EEUU)

Aunque extremadamente lento (tarda 11 horas en recorrer 613 kilómetros si no hay retrasos, lo que resulta bastante frecuente), el viaje desde Nueva York a Montreal siguiendo el río Hudson comienza ofreciendo paisajes de viñedos y sitios con mucha historia y después de Albany las montañas y lagos del Parque Nacional de Adirondack. Además, a los fans de Friends les gustará saber que es este el tren en el que se duerme Ross al visitar a una novia en Poughkeepsie.

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Settle-Carlisle (Reino Unido)

Además del famoso viaducto Ribblehead, cuyos 24 arcos fueron construidos entre 1870 y 1874, esta ruta atraviesa los parques nacionales de Yorkshire Dales y North Pennines durante las dos horas y media que dura el viaje.

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Coast Starlight (EEUU)

Una ruta de 2.200 kilómetros desde Los Ángeles a Seattle que se recorre en 35 horas si no hay retrasos, algo tan frecuente que la línea ha recibido el apodo de Coast Starlate. El tren recorre la costa de California para adentrarse más tarde en las montañas Cascade dominadas por el monte Sasha y seguir por el interior de los estados de Oregón y Washington.

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De Manakara a Fianarantsoa (Madagascar)

Un ferrocarril de la época colonial francesa permite recorrer esta ruta de 140 kilómetros en 16 horas a través de selvas y cañones. Pero no es un tren turístico y siendo Madagascar un país, digamos, no precisamente del primer mundo, en este tren podremos ver a gente bajándose en marcha, a locales ofreciendo comida en cada estación y a muy pocos turistas.

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Ferrocarril del valle del Rin (Alemania)

El recorrido de una hora entre Maguncia y Coblenza recorre la región vitivinícola ofreciendo una magnífica visión del Rin, los viñedos y unos cuantos castillos como el Pfalz, situado en una isla del río.

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Ferrocarril Darjeeling del Himalaya (India)

Conocido como el "tren de juguete", es un ferrocarril de vía estrecha construido entre 1879 y 1881 que en sus 78 kilómetros asciende desde los 100 metros de altitud de New Jalpaiguri a los 2.200 de Darjeeling. Aunque el servicio diario normal lo hacen locomotoras modernas, existe un tren turístico que emplea una pequeña máquina de vapor británica de los años 20 para hacer la última parte de la ascensión.

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Transiberiano (Rusia)

La línea férrea más larga del mundo, con 9.288 kilómetros desde Moscú a Vladivostok, tiene tiempo para ofrecer grandes paisajes de siete husos horarios distintos, como el lago Baikal. También para aburrirse como una ostra. Comparte recorrido con otras dos larguísimas rutas: el transmongoliano y el transmanchuriano, que acaban las dos en Pekín.

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Hiram Bingham (Perú)

Bautizado en honor al descubridor del Machu Picchu, este tren comunica la ciudadela inca con Cuzco. Equipado con vagones Pullman de los años 20, el viaje completo de ida y vuelta incluye brunch y cena... y cuesta una pasta. Por un presupuesto más ajustado podremos tomar el tren Expedition que hace la misma ruta.

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Bernina Express (Suiza-Italia)

Montañas, glaciares, famosos viaductos como Landwasser y Brusio (en la foto) han hecho de este recorrido entre St. Moritz y la localidad italiana de Tirano, pasando por el puerto de Bernina, uno de los viajes a tren que no podemos perdernos.