

Los carteles de Saul Bass
Desde el 11 de octubre hasta el 13 de enero puede visitarse una exposición de carteles de Saul Bass en el Círculos de Bellas Artes, pertenecientes a la colección privada de Gerardo Vera.

Los créditos y el diseño gráfico de El hombre del brazo de oro (1955), de Otto Preminger, trastocó la idea de los créditos y la conceptualización de la idea esencial del filme, simbolizada en la representación del brazo crispado del yonki. La influencia de la Bauhaus y de Picasso son notorias.

Vértigo (1958) fue su primera colaboración con Hitchcock, para quien diseñaría tres de sus cabeceras animadas. El vórtice asesino que absorbe al protagonista forma parte esencial, tanto de la película como del mito romántico del "amour fou". Para dibujar esas espirales que surgen del ojo de Kim Novak utilizó un espirógrafo.

Según Scorsese: "Bass diseñó secuencias de créditos como un arte, creando en algunos casos, como Vértigo de Hitchcock, un pequeño film dentro del film. Su composición gráfica en movimiento funciona como un prólogo a la película –estableciendo el tono, preparando el ánimo y prefigurando la acción".

Este cartel, que Saul Bass diseñó a partir de los créditos de Anatomía de un asesinato (1955), es, junto al mítico "brazo de oro", uno de los iconos de cartelismo moderno más imitado por los diseñadores contemporáneos. El cuerpo fragmentado y el despojamiento del cartel quintaesencian magistralmente la idea del filme.

De nuevo Saul Bass colabora con Hitchcock en los créditos, sumamente estilizados e inquietantes, de una de sus grandes comedias de suspense: Con la muerte en los talones (1959). El cartel vuelve a reflejar las dos obsesiones hitchcockianas: la caída en el vacío y la rubia peligrosa.

El diseño del título del filme convertido en un bloque, al modo de la identidad corporativa de una empresa, fue imitado en Broadway y Hollywood. El título sirve, además, como imagen del West Side neoyorquino, con sus escaleras de incendios y los amantes danzando en el espacio.

Billy Wilder llamó a Saul Bass para diseñar los créditos pop de "La tentación vive arriba" (1955) y de su comedia más feroz: Un, dos, tres (1961). Éste es uno de los carteles alternativos al oficial, en sintonía con la línea punzante y sarcástica del engaño de los "globos" de Lilo Pulver.

Además de los créditos, Saul Bass planificó, filmó y montó la mítica escena de la ducha de Psicosis (1960). "Cuando le mostré mi secuencia de la ducha en el story-board, Hitchcock se mostró inquieto, porque le gustaban las tomas largas y continuas. Él contestó: fílmalo."
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