Auschwitz-Birkenau, Día de los Inocentes
El editor de Opinión de Libertad Digital visitó Auschwitz-Birkenau el pasado 28 de diciembre y tomó estas imágenes.
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"El trabajo os hará libres"
"[Rudolf Hoess, comandante de Auschwitz] observó [en su destino previo, Dachau] que a los prisioneros les resultaba más llevadera su reclusión por el hecho de que la SS les permitiera trabajar. (...) Tan convencido estaba de las consecuencias paliativas del trabajo en el campo de concentración que incluso llegó a adoptar el lema Arbeit macht frei ('el trabajo os hará libres'), empleado por primera vez en Dachau, y a consignarlo en grandes letras sobre la puerta de hierro erigida a la entrada de Auschwitz" (Laurence Rees, Auschwitz, Crítica, Barcelona, 2005, p. 44).
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Ese punto en el mapa
"Ese punto en el mapa,/ esa mancha negra en el centro de Europa,/ esa mancha roja,/ esa mancha de fuego,/ esa mancha de hollín,/ esa mancha de sangre,/ esa mancha de cenizas,/ para millones un lugar sin nombre. // De todos los países de Europa,/ de todos los puntos del horizonte/ convergían los trenes/ hacia lo innombrado,/ cargados de millones de seres/ que eran descargados allí y no sabían dónde estaban./ Eran descargados con su vida,/ con sus recuerdos,/ con sus pequeños dolores/ y su gran asombro./ Con su mirada que preguntaba/ y no veía sino fuego,/ que ardieron allí sin saber dónde estaban.// Hoy se sabe./ Desde hace algunos años se sabe./ Se sabe que ese punto del mapa/ es Auschwitz./ Se sabe eso./ Y se cree saber el resto" (Charlotte Delbo, Auschwitz y después I. Ninguno de vosotros volverá. Turpial, Madrid, 2004; 1ª ed., 1965. Agradezco a Ramón Aguado Noya la referencia).
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Paredón
El Paredón de Ejecuciones, situado entre los Bloques 10 (donde el doctor Mengele perpetraba sus experimentaciones) y 11 (el denominado Bloque de la Muerte). Las ventanas estaban cubiertas con tablones de madera para que los internos de los referidos bloques no vieran lo que allí sucedía. En este patio no sólo se fusilaba: también se daban palizas y suspensiones (se colgaba a la víctima –que tenía los brazos amarrados a la espalda– a un poste y se tiraba de él hacia arriba).
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Muro Negro
Al paredón de Auschwitz I también se le denominaba Muro Negro. En funcionamiento desde 1941 a 1943, la mayoría de los asesinados aquí fueron presos políticos polacos. Desmantelado en 1944, éste que se visita hoy día es una reconstrucción.
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Bloques
Fachada del Bloque 8. Auschwitz I llegó a tener 28 edificios (cocina y almacenes aparte) de dos plantas, en los que se hacinaron hasta 20.000 presos (1942). Antiguamente, Auschwitz I había sido un cuartel del Ejército polaco.
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Fichados
Fichas de algunos de los presos de cuyo registro hay constancia. Hay registro de unos 400.000 reclusos, 205.000 de los cuales eran judíos.
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Cenizas
Bloque 4. A la izquierda, una urna con cenizas humanas. Se estima que en todo el sistema Auschwitz-Birkenau murieron entre 1,1 y 1,5 millones de personas.
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Día a día
El pintor polaco Mieczysław Kościelniak fue enviado a Auschwitz en 1941. Kościelniak (1912-1993) dedicó unas 300 obras a reflejar cómo era la vida en el campo. Ésta es una de ellas. Se titula "Lavarse".
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Famélicos
El valor energético de la comida diaria era de entre 1.300 y 1.700 calorías. De acuerdo con esta tabla publicada por la UNED, un hombre de entre 25 y 50 años, y de altura y peso medios (1,76 m. y 79 kg.), necesita 2.900; una mujer del mismo tramo de edad y también de altura y peso medios (1,63 m. y 63 kg.), 2.200. (La escultura que se ve parcialmente en la imagen se titula Madre e hijo y es obra de Anna Raynoch).
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El presidio
El Bloque 11 era el penal de Auschwitz I. Pero también se asesinaba allí. De hecho, era conocido como el Bloque de la Muerte. Junto con el también tristemente célebre Bloque 10, estaba aislado del resto del recinto.
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2.137
Es el número de prisioneros que según los registros pasaron por las mazmorras del Bloque 11 entre enero de 1941 y enero de 1944. La mayoría eran polacos, y no solían estar más de dos semanas.
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Kolbe
En la celda número 18 murió el padre Kolbe, al que los nazis condenaron a morir de hambre cuando se ofreció a sustituir a otro recluso en el paredón. Tres semanas después de iniciada la condena, el franciscano, pese a su pésimo estado de salud, seguía con vida, así que decidieron asesinarlo (14-VIII-1941) con una inyección de fenol.
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Celdas de castigo
Una de las peores celdas de castigo del Bloque 11. En ella los presos no podían prácticamente moverse, y desde luego no podían tumbarse.
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Tapiados
Interior de la celda tapiada.
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Horca
En el Bloque 11 se mataba a los presos de hambre o a golpes. O por asfixia (fue donde se utilizó por primera vez el Zyklon B). O en la horca.
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Zyklon B
El Zyklon B, utilizado para prevenir el tifus, fue el producto empleado en las cámaras de gas. Según el comandante Hoess, para matar a entre 1.500 y 2.000 personas se necesitaban entre 5 y 7 kilos.
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Degesch
Solamente en Auschwitz, y sólo en 1942-43, se usaron 20.000 kilos de este gas, que producía la empresa Degesch.
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'Krema I'
El crematorio y cámara de gas de Auschwitz I estuvo en funcionamiento entre 1940 y 1943. Aquí se asesinó a los presos de guerra soviéticos y a judíos procedentes de los guetos de la región (Alta Silesia). Erigido fuera de la alambrada principal, el Krema I estaba muy cerca de la casa donde el comandante Hoess vivía con su familia. Frente al Krema I fue precisamente ejecutado Hoess: en la horca, el 16 de abril de 1947.
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Hospital y cantina
A muy pocos pasos de la cámara de gas de Auschwitz I se encuentra este edificio, que hacía las veces de hospital y de cantina para los miembros de las SS que trabajaban en el campo. Esta era la entrada a la cantina, con lo que parece un alegre bebedor a horcajadas de un barril de cerveza encima del farol.
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Despojados
Hay varias salas con las pertenencias que los nazis arrebataron a los deportados al complejo Auschwitz-Birkenau. Salas con gafas, cacerolas, maletas (con los nombres de sus propietarios, a quienes se decía que las marcaran con vistas a su ulterior devolución), ...
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... piernas ortopédicas, muletas...
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... zapatos...
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Pelo humano
... y pelo humano. Está en una sala como ésta abarrotada de zapatos. Pero en la de pelo humano –7.000 kilos en grandes sacos en el momento de la liberación– no dejan tomar fotos.
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Niños
También hay muñecas. Y ropa infantil. El historiador Laurence Rees cifra en más de 200.000 el número de niños asesinados en Auschwitz-Birkenau.
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Tatuaje
"Auschwitz fue el único campo nazi donde los prisioneros llevaban el número tatuado", se lee en leyenda de este cartel, redactada en polaco e inglés. "La razón fue la alta mortalidad y las dificultades para identificar los cuerpos. A partir del otoño de 1941 se tatuó a los prisioneros de guerra soviéticos y a otros presos políticos. A partir de 1943 se empleó el tatuaje para marcar a todos los deportados".
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Auschwitz es Birkenau
En el imaginario popular, la destrucción por gas de los judíos de Europa está estrechamente ligada a la palabra Auschwitz. Pero ese Auschwitz exterminador es más bien Birkenau, el subcampo inmenso, 175 hectáreas, 300 barracas, dos cámaras de gas provisionales, cuatro cámaras de gas con crematorio: ahí murió el 90% de los exterminados en el Complejo Auschwitz. Sólo al 10% de los prisioneros se les hizo registro formal.
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"Un grito de dezespero"
Esta lápida, escrita en judeoespañol, forma parte del Monumento Internacional a las Víctimas del Nazismo, erigido entre los Crematorios II y III e inaugurado en abril de 1967.
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La Rampa
Construida poco antes de la llegada de los judíos de Hungría (en sólo ocho semanas de la primavera de 1944 fueron deportados a Auschwitz 424.000), aquí se producía el despojo y la selección: los considerados aptos para trabajar eran registrados y alojados en los barracones; los demás eran enviados directamente a las cámaras de gas.
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Terminal
Hasta aquí llegaban los raíles que penetraban en Birkenau. Los Crematorios-cámaras de gas II y III se levantaban a pocos metros.
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'Krema II'
Ruinas del Krema II, cámara de gas y crematorio con capacidad para 2.000 personas. La cámara de gas ocupaba una superficie de 210 metros cuadrados. Los gaseamientos duraban entre 15 y 20 minutos.
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"Descansen en paz"
En estos monolitos, situados en las inmediaciones del Krema II, se lee (en polaco, inglés, hebreo y yiddish): "En memoria de los hombres, mujeres y niños que fueron víctimas del genocidio nazi. Aquí yacen sus cenizas. Descansen en paz".
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Barracones
Construidos por los propios presos, sin cimientos, sobre un terreno fangoso, los había de dos tipos, de ladrillo y de madera. Estos últimos habían sido previamente establos de campaña para caballos.
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Literas
Los reclusos dormían en literas de tres niveles, en cada uno de los cuales se apiñaban entre cuatro y ocho individuos.
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Nichos
Leído lo leído, quizá sea mejor hablar de nichos.
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Estufas
Para hacer frente a los terribles inviernos de Birkenau (en los días en que estuve en la zona el termómetro llegó a descender a los -12º, con sensaciones térmicas de -15º), los internos del campo disponían en los barracones –que por supuesto no estaban aislados– de estas estufas.
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Borrar las huellas
En Birkenau llegó a haber 90.000-100.000 internos en agosto de 1944. De las 300 barracas con que llegó a contar el recinto sólo se conservan intactas 45 de ladrillo y 22 de madera. Como diría Simone Veil, los nazis quisieron "cometer el crimen y borrar las huellas".
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Vagones vacíos
"¡Vagones vacíos! Recién estaban colmados y ahora de nuevo vacíos.../ ¿Dónde los dejaron? ¿Qué sucedió con esos judíos?/ Eran diez mil, contados y controlados, ¿cómo vuelven ahora sin ellos?/ Oh, díganme, vagones, vagones vacíos: ¿dónde estuvieron?" (Itsok Katzenelson, El canto del pueblo judío asesinado –versión española de Eliahu Toker–, Herder, Barcelona, 2006. El rastro de Katzenelson se perdió en Auschwitz en mayo de 1944).
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Pensad que esto ha sucedido
"Los que vivís seguros/ en vuestras casas caldeadas./ Los que os encontráis, al volver por la tarde,/ la comida caliente y los rostros amigos:/ considerad si es un hombre/ quien trabaja en el fango,/ quien no conoce la paz,/ quien lucha por la mitad de un panecillo,/ quien muere por un sí o por un no./ Considerad si es una mujer/ quien no tiene cabellos ni nombre,/ ni fuerzas para recordarlo,/ (...) Pensad que esto ha sucedido:/ os encomiendo estas palabras./ Grabadlas en vuestros corazones/ al estar en casa, al ir por la calle,/ al acostaros, al levantaros;/ repetídselas a vuestros hijos./ O que vuestra casa se derrumbe,/ la enfermedad os imposibilite,/ vuestros descendientes os vuelvan el rostro" (Primo Levi, Si esto es un hombre. Levi, superviviente de Auschwitz, se suicidó en la primavera de 1987).
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