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Pinchazo del PSOE: apenas 10.000 personas acuden a la llamada del partido para salvar a Sánchez

La que debía ser una convocatoria masiva de apoyo al caudillo Sánchez se ha quedado en una movilización mediana tirando a pequeña.

La que debía ser una convocatoria masiva de apoyo al caudillo Sánchez se ha quedado en una movilización mediana tirando a pequeña.
Unos 10.000 militantes socialistas de toda España se han manifestado frente la sede del PSOE en Ferraz. | EFE/Rodrigo Jiménez

Pese al elevado tono sentimental de los últimos días, pese a las llamadas a salvar la democracia, pese a los manifiestos de periodistas y las manifestaciones de absolutamente toda la plana mayor del partido y el Gobierno, pese a los autobuses gratuitos fletados desde toda la geografía española, el PSOE sólo ha logrado reunir a unas 10.000 personas –12.500 según la delegación del Gobierno de Madrid, obviamente socialista– en el que debía ser un acto masivo de afirmación tan grande que obligase o sirviese de excusa a Pedro Sánchez para permanecer en el cargo.

Por establecer términos válidos de comparación: se trata de una cifra similar a la que reunió el PP el pasado 3 de diciembre en el Templo de Debot, en el que fue el acto más deslucido de todos los que se han convocado en los últimos meses contra la amnistía o los pactos del gobierno con los separatistas. Una movilización escasamente alentada desde el propio partido y que, al contrario que esta, encontró muy poco eco en los medios de comunicación.

Más aún: la misma Delegación del Gobierno cifraba en 170.000 personas –catorce veces más y eso que ni se acercaba al dato real, mucho más elevado– la asistencia a la gran concentración del 18 de noviembre en Cibeles, convocada por organizaciones de la sociedad civil.

Se trata, en suma, de un fracaso sin paliativos de un PSOE que confiaba en el acto de este sábado para convencer a un Pedro Sánchez que se ha mantenido hermético desde la publicación de su "carta a la ciudadanía" y que se ha recluido con su familia en las dependencias domésticas de Moncloa, tal y como contaba Rubén Fernández en Libertad Digital.

"Lágrimas", partido "convulsionado", "catarsis colectiva", "terapia de grupo", PSOE "en vilo" que "suplica" o "tintes de drama" son algunas de las expresiones que recogen los titulares de una manifestación en la que se ha visto los ministros llorar y fundirse en abrazos con la militancia, pero en la que precisamente ha faltado llegar un poco más allá: a una ciudadanía que, a tenor de lo visto este sábado en la calle Ferraz, no se ha visto concernida por la jugada sentimental de Pedro Sánchez.

La conclusión es que, al menos de momento, el caudillismo en el que se ha instalado el PSOE y que rezuman los medios de izquierda no ha llegado a la calle.

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