El Ejecutivo no se saltará nunca su guión de que "respeta y acata" las decisiones judiciales sin hacer ninguna valoración oficial al respecto. Aunque, evidentemente, en Moncloa algunas decisiones parecen más o menos acertadas. En este sentido, siempre en privado, algunos cargos gubernamentales mostraron su preocupación por las posibles consecuencias políticas del encarcelamiento de Oriol Junqueras y el resto de exconsejeros que comparecieron la pasada semana en la Audiencia Nacional. Más aún, adujeron, teniendo en cuenta que podrían ser candidatos a las elecciones del 21 de diciembre.
En este contexto, una parte del Gobierno espera que el Tribunal Supremo asuma el control de la causa o que, en caso de que esta vía no fructifique, la Audiencia rectifique su posición, tal y como avanzó El País. Una tesis compartida también por la dirección de Ciudadanos y del PSOE, según las fuentes consultadas. "Lo mejor es que Junqueras esté en la calle" durante la campaña electoral "para no alimentar el victimismo independentista", argumentaron en el partido naranja. "Evidentemente, el que estén en prisión caldea el ambiente y les permite enarbolar el discurso más victimista", corroboraron fuentes del PP catalán.
Dicho esto, en el Gobierno y Ciudadanos quisieron dejar claro que "serán los jueces" los encargados de tomar una decisión, coincida más o menos con sus intereses. En este sentido, habrá que estar pendientes a la posición que tome la Fiscalía en el Supremo con respecto a los miembros de la Mesa del Parlamento catalán después de que, en la Audiencia, solicitara prisión sin fianza para los que fueran consejeros del Gobierno autonómico.
"O Junqueras o Arrimadas"
Desde Ciudadanos vienen tiempo deslizando una idea que será su lema oficioso de campaña: "O Junqueras o Arrimadas". El partido naranja apuesta así por la polarización, para consolidarse y crecer como primer partido constitucionalista en Cataluña.
Los de Albert Rivera consideran que la disputa del 21-D va a ser muy ajustada y tienen claro, según comentan en privado sus estrategas de campaña, que los dos bloques de votantes son monolíticos y no habrá traspaso entre ellos. La clave estará, explican, en la movilización que independentistas y constitucionalistas logren de sus respectivos caladeros. Y por ello entienden que un Junqueras en prisión sería una baza que podrían explotar en su favor los separatistas.
Sesión de control al Gobierno
A la espera de esos posibles movimientos judiciales, la situación en Cataluña volvió a monopolizar la sesión de control al Gobierno. "Los políticos no son intocables. No están al margen de la acción de la Justicia. ¿Es que hay delitos que puede cometer un político? ¿Son mejores los políticos de Cataluña para no tener que responder ante la ley?", afirmó Rafael Catalá, defendiendo la independencia judicial. "Los independentistas no son de mejor condición" que quienes no lo son, y también "tienen que cumplir la ley", sostuvo el propio presidente del Gobierno.
En su intervención ante la Cámara, Rajoy defendió que "las cosas están funcionando bien", en relación a la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Y se justificó: "Un gobernante no puede inventar una legalidad paralela, que es lo que hemos visto en los últimos tiempos, y no puede declarar unilateralmente la independencia de una parte del territorio nacional". Después, en los pasillos, rechazó "elucubraciones" sobre si estaría dispuesto a volver a aplicar el 155 en caso de que los independentistas ganen las elecciones. "Lo que espero es que sirvan para abrir una nueva etapa de tranquilidad y normalidad", zanjó.