Después de que este lunes Soraya Sáenz de Santamaría hablara de un Senado con "capacidad de adaptarse" y Fernando Martínez-Maillo, el coordinador general del PP, apuntara a unas elecciones como vía para parar el 155, el Ejecutivo ha rectificado por boca del ministro de Justicia, Rafael Catalá, quien ha advertido de que con la mera convocatoria de elecciones "no se arreglan las cosas".
Fuentes del Ejecutivo ya matizaron este lunes por la tarde las declaraciones de la vicepresidenta, asegurandoque la convocatoria de elecciones no sería suficiente y que el líder catalán tendría que renunciar a la declaración de independencia y volver completamente a la legalidad. El propio Catalá, que ahora también defiende esta postura, dijo este lunes que "se podrían cambiar las medidas que el Gobierno ha solicitado a la vista de los cambios que se pudieran producir en las circunstancias actuales"
Este martes, Catalá ha enfatizado en una entrevista en RNE que "si no se habla, no se solucionan los problemas". El ministro ha confiado en que la posible comparecencia de Puigdemont en la Cámara Alta sea para aportar soluciones dentro de la Constitución y las leyes pero ha asegurado que si es para ratificar sus posiciones en torno a la independencia "lamentablemente no podemos ir más que con las medidas aprobadas por el Gobierno", es decir, con las del artículo 155.
El titular de Justicia ha opinado que exclusivamente con una convocatoria de elecciones en Cataluña no se arreglan las cosas, sino que debería estar acompañada de que Puigdemont concretara si declaró la independencia ante el Pleno del Parlamento catalán y si acata las leyes y la Constitución.
"Palabras mayores"
A pesar de que ha admitido que el presidente catalán "ha tenido muchas oportunidades" de rectificar y no lo ha hecho hasta ahora, Catalá ha dicho sentirse confiado y moderadamente optimista.
Respecto a la posibilidad de que, si se declara la independencia, Puigdemont pueda ir a la cárcel, el ministro se ha limitado a afirmar que sería un "flagrante incumplimiento de las leyes".
No ha querido anticiparse a la posibilidad de que Puigdemont incurriera en un delito de sedición y rebelión: "No hay que anticipar estos hechos; son penas de privación de libertad de muchos años, son palabras mayores".