En Cataluña no sólo viven catalanes independentistas o catalanes que se sienten españoles, también muchos extranjeros que trabajan allí como Marco Hulsewe, un holandés que lleva afincado en Barcelona más de 20 años, desde 1995, y que hoy en día es propietario de una empresa financiera.
Hulsewe ha decidido hablar de lo que está ocurriendo en Cataluña y lo hace en un demoledor artículo que se publica este viernes Expansión, en el que empieza por contar una conversación de cuatro altos directivos extranjeros que trabajan en Barcelona y que admiten que "estamos pensando en marcharnos de Barcelona. Si sigue así la situación, nos vamos".
¿Por qué? Pues para empezar nos explica algunas cosas que le han ocurrido en los últimos tiempos. "Ya no me hablo con mi suegro", cuenta antes de añadir otra terrible anécdota: "Me he peleado con el vecino de la escalera por quitar un póster de Ómnium Cultural y me insultó por no ser catalán".
El empresario recuerda sus experiencias en países como Alemania o la antigua Yugoslavia –en la que estuvo junto antes del inicio de las guerras– para asegurar que "la democracia es muy frágil" y se muestra convencido de que el daño del "golpe de Estado a cámara lenta" tanto a la economía como a la sociedad civil catalanas "irá para largo".
Lo más sorprendente del artículo, sin embargo, es cuando repasa algunas de las cuestiones que hasta ahora sólo unos pocos comentaban en Cataluña o incluso en el resto de España: la prohibición del castellano en la educación: "En Barcelona, donde el 70% es castellanoparlante, el español está prohibido en la enseñanza hasta los 6 años, y luego sólo dos horas a la semana".
También habla de los "casos de corrupción por parte de las autoridades catalanas" sobre los que hay "un gran silencio. La omertà", y destaca que "el Pater Familias de la gran cleptocracia pudo emitir su voto el 1 de octubre con total tranquilidad".
"Nadie habla de corrupción, ni de que en el informe Pisa Cataluña está por detrás de Portugal –recuerda–, ni que en el índice de competitividad de las regiones europeas Cataluña está en la zona más baja de la tabla, a la altura de las regiones del sur de Italia".
Finalmente, asegura que "nos iremos de Cataluña con el tiempo. Queremos vivir en libertad. Estamos hartos de la supremacía nacionalista, estamos hartos de que nos traten como unos invitados".