Las imágenes de Alicia Sánchez-Camacho y Carles Puigdemont, distendidos tomando un café en el bar del Parlamento catalán, provocaron un importante quebradero de cabeza en el PP. Fue publicar el periodista Àlex Cubero la secuencia de lo ocurrido, y en el partido se apresuraron a explicar cómo se había producido el encuentro y lo calificaron de "anécdota". Cabe destacar que, prácticamente al mismo tiempo, Fernando Martínez-Maillo hablaba de "golpe al Estado" y María Dolores de Cospedal criticaba en términos muy duros a los "carceleros de la democracia", en referencia al líder autonómico y las formaciones independentistas.
Según el equipo de Camacho, ella se encontraba en la cafetería de la Cámara autonómica, junto a los populares Andrea Levy y Santiago Rodríguez, cuando Puigdemont se acercó para preguntarle por su hijo y el estado de su pierna, toda vez tuvo un percance serio hace unos meses. Una charla "distendida" que, según el relato del PP, acabó con la reprimenda de quien en su día fue líder de los populares catalanes. "Te estás pasando con lo que estás haciendo, es antidemocrático", le dijo.
Las cámaras captaron cómo Puigdemont va en busca de azúcar para el café de Sánchez-Camacho, que dice: "Café para todos". Es entonces cuando los protagonistas sonríen. También lo hace Levy, una de las voces autorizadas del PP a nivel nacional sobre Cataluña, que se mantiene en un segundo plano. "Café para todos", repite la vicesecretaria general entre risas. "El encuentro no fue buscado", aclararon las fuentes consultadas del partido.
Xavier García-Albiol vio las imágenes del distendido café mientras protagonizaba una entrevista en La Sexta, en la que se estaba pronunciando en términos severos y duros. Después de explicar que Sánchez-Camacho y Puigdemont se conocen desde hace muchos años, toda vez son de Gerona, quiso remarcar que él hoy no compartiría risas con todo el mundo. "En este momento, tras el discurso de Rajoy el jueves y con la situación que tenemos, no parece la imagen más oportuna", admitieron fuentes de la cúpula, a pesar de que la consigna fue restarle toda importancia. "Seguramente, Albiol no se habría prestado", deslizó un cargo del PP catalán.
De hecho, el mensaje que el Gobierno y el PP quiso transmitir este viernes fue de contundencia. "Estamos indignados", afirmó Cospedal en Zaragoza. "No va a haber referéndum. El estado de derecho no lo va a permitir sin caer en trampas ni provocaciones", añadió la secretaria general de los populares. La propia Camacho ha sido bastante dura con Puigdemont en sus declaraciones públicas.