Isabel Bonig promete dar "la batalla" ante lo que considera toda una ofensiva del Gobierno valenciano, y en especial de Compromís, contra el español. En una entrevista en Es La Mañana de Federico, denunció que se está siguiendo "la misma hoja de ruta que en Cataluña hace 30 años" y habló de "chantaje" en las escuelas. Tal es la situación que, según desveló, algunos alcaldes socialistas se están alineando con el PP en las votaciones en contra de los planes del Ejecutivo autonómico.
La líder del PP valenciano puso ejemplos concretos. Según explicó, la consejería de Educación está forzando a las familias a escoger "la línea en valenciano" en los colegios "si quieren que –los alumnos- estudien inglés". "Si usted escoge la línea en castellano, dan menos horas en inglés, con peor profesorado y sin certificados", explicó. Además, continuó, se ha impuesto "el requisito lingüístico" para los funcionarios y "la nueva televisión pública cierra el círculo".
Ante esta situación, y ante el rechazo del Ejecutivo a "dialogar", Bonig avanzó dos vías de actuación: en los tribunales y en la calle. "Vamos a dar la batalla", repitió en varias ocasiones. "Defenderemos la libertad de los padres a elegir la educación que quieran", afirmó, no sin olvidar la petición de que puedan escoger el centro educativo que deseen. Y destacó que, previsiblemente en abril, habrá una gran marcha en Valencia. "La sociedad civil empieza a manifestarse", explicó, y de hecho este fin de semana ya darán inicio las protestas.
"Me preocupa la situación del PSOE", expuso la líder de la oposición, que ve a Ximo Puig de "brazos caídos" mientras Mónica Oltra "le come el terreno político". Además, deslizó el enfado de algunos alcaldes socialistas con el líder autonómico. Y, una vez más, ofreció a Puig su apoyo en el Parlamento si vira su política y rompe con Compromís.
Bonig será proclamada presidenta del PP valenciano el primer fin de semana de abril y contará con el respaldo de Mariano Rajoy. Tal y como explicó en esRadio, su rival, José Luis Bayo, se retiró solo horas antes de dar inicio las votaciones internas "porque no había tenido acceso a los censos". En palabras de Bonig, el motivo real de su portazo fue que era consciente de que "no tenía apoyos".