Fiesta grande, mayor y gorda para el nacionalismo catalán. El Tribunal Supremo (TS) rebaja a la mitad la pena de Artur Mas en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) al inhabilitar durante sólo trece meses a Francesc Homs, exconsejero de Presidencia de la Generalidad y ahora representante de Convergencia en Madrid, por el referéndum separatista del 9 de noviembre de 2014.
A pesar de todo, no renuncia a hacerse la víctima, anuncia recurso y dice que seguirá en el escaño hasta que le "desnuden" de diputado. A la misma hora en la que trasciende el fallo, el Parlament aprueba unos presupuestos que incluyen una disposición adicional para cubrir la celebración de otro referéndum.
La oposición acaba de pasar por alto que Raül Romeva, consejero de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia de la Generalidad de Cataluña, ha llamado "falangistas" a las personas que se manifestaron el pasado domingo en Barcelona en contra del proceso separatista. El pleno se complica cuando el secretario general de la cámara y el letrado mayor entregan una nota a los grupos en las que advierten sobre las consecuencias judiciales de votar los presupuestos. Se está incumpliendo un requerimiento de Tribunal Constitucional (TC) que no deja lugar a dudas. Tanto da. La votación sigue adelante y prosperan los presupuestos de la "preindependencia", según afirma el presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, para referirse a los números enjaretados por el vicepresidente y líder de ERC, Oriol Junqueras, bajo la estricta supervisión de los diez diputados de la CUP.
Cambios en el TC
En el mismo TC se procede a designar a como presidente a Juan José González Rivas, asimilado a la cuerda conservadora. La vicepresidenta será Encarna Roca, primera catedrática de derecho civil en España, nacida en Cataluña pero alineada con las resoluciones más "anticatalanas" del TC, según la perspectiva separatista. Ha votado a favor de todas las requisitorias constitucionales contrarias a los planes de ruptura. Ya se le observaba con lupa entre otras razones porque fue designada magistrada del TC a propuesta sin votos en contra del Parlament años antes del "procés".
El separatismo se siente legitimado para aprobar los presupuestos, lo que ratifica la fase de desconexión del parlamento regional con la legalidad nacional. Protestan hasta los podemitas que se sientan en el Parlament bajo la denominación de Catalunya Sí Que Es Pot (CSQEP), restos de serie de Iniciativa per Catalunya, el desguace del PSUC. Los 62 diputados de Junts pel Sí (Convergencia y ERC), dos de la CUP -los otros ocho se taparon la nariz ante el cariz "liberal" de los números en materia social- y una podemita, la veterana Àngels Martínez, que en su calidad de economista había llegado a definir los presupuestos en sede parlamentaria como "los de Alicia en el País de las Maravillas", votan a favor. En su partido no saben a qué responde la ruptura de la disciplina de voto. En la CUP lamentan haber cedido dos votos cuando se podrían haber ahorrado uno. Los parlamentarios antisistema tienen sobre la mesa una carta de cien distinguidos militantes antisistema en contra de la colaboración con el enemigo capitalista para proclamar una independencia inevitablemente burguesa.
Los "falangistas"
Puigdemont y Junqueras, erigidos en tándem tras la publicación de una carta conjunta y abierta dirigida al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se felicitan. Junqueras se ha pasado la sesión poniendo careto de impostada incredulidad ante las andanadas de la leal oposición, que ha digerido sin problemas lo de los "falangistas" de Romeva.
Puigdemont ha toreado de salón a Arrimadas, Iceta y Albiol. El proceso ha dado un paso adelante. Un "posit" menos en la "hoja de ruta". El proyecto de ley de presupuestos referendarios ha superado el trámite y sólo falta aclarar la fecha y la pregunta de la consulta "vinculante". De la jornada se sabe que será, a más tardar, en la segunda quincena de septiembre. De la pregunta, que sólo admitirá un "sí" o un "no" a la proclamación de la república independiente catalana.
El robo del bolso de Carulla
Mientras tanto y en la Ciutat de la Justícia prosigue el juicio por el caso del saqueo del Palau de la Música Catalana, lavadero del dinero negro que recaudaba Convergencia en concepto de comisión por adjudicación, el 3% que siempre era, y es, algo más. Ha comparecido en calidad de testigo Mariona Carulla, actual presidenta del Palau de la Música Catalana y exvicepresidenta en la época del acusado Fèlix Millet.
La heredera de un emporio alimentario de la pasta seca en España se somete a las preguntas de la fiscalía, de su abogado y del letrado de Millet, que quiere atropellarla por su condición de vicepresidenta "económica" cuando Convergencia se lo llevaba crudo tras la preceptiva sisa de Millet, bisnieto del fundador del Orfeó Català. Supera con nota el interrogatorio. "Todo eso me suena a ciencia ficción", dice la gran dama de la gran familia catalanista. Luego añade un "por cierto". En la boda de Laila Millet, la hija pequeña de Fèlix Millet, le robaron el bolso. Un día más de la política catalana.