Mariano Rajoy no aportó detalle alguno sobre el plan del Gobierno para impedir el referéndum ilegal en Cataluña, en caso de que finalmente se convoque. El pasado miércoles por la mañana, la Moncloa filtró que ministerios como el de Presidencia, Justicia, Interior o Educación ya tienen preparados informes de actuación en caso de que Carles Puigdemont consuma su desafío. Y, por primera vez, se apuntaron a medidas "coercitivas" como impedir que se abran los colegios para así evitar la colocación de las urnas. Pero, pocas horas después, se recuperó el discurso inicial, en el que se borra todo dato sobre la posible hoja de ruta gubernamental.
Según el Ejecutivo, cuando el presidente promete que "no" liquidará la soberanía nacional está avisando implícitamente de que utilizará todas las herramientas constitucionales de las que dispone para impedir la consulta. Si bien, Rajoy nunca se ha referido expresamente al artículo 155 de la Carta Magna ni tampoco al posible uso de la fuerza. "No voy a adelantar acontecimiento ni a decir lo que vamos a hacer o lo que no" pero "saltarse la ley es inaceptable", contestó este viernes en Malta, en el marco de un Consejo Europeo. Le preguntaron en concreto por las posibles "medidas coercitivas".
El presidente es consciente de que sus homólogos comunitarios le respaldan y no pondrán en duda las decisiones que pudiera tomar, según fuentes de la delegación española, que recuerdan que Angela Merkel y otros mandatario ya se pronunciaron públicamente al respecto. Aunque él pretende seguir siendo cauto para que en ningún caso le acusen de ser el culpable de dinamitar los últimos puentes. De hecho, Rajoy confirmó que se están llevando a cabo "conversaciones" para cerrar un despacho conPuigdemont, que todavía no tiene fecha, y le pidió por enésima vez que se sume a la negociación del nuevo modelo de financiación. "Vamos a hablar pero todos tenemos que comprometernos a cumplir la ley", aseveró una vez más. "Nadie puede entender que un Gobierno pueda vulnerar la ley de una manera tan evidente como la que nos piden, y lo saben", razonó.
"Hay un espacio enorme para hablar"
Desde Madrid, al término del Consejo de Ministros, su portavoz lanzó el mismo mensaje. Por un lado, mano tendida a la Generalidad para abordar aquellas cuestiones que se enmarquen dentro de la ley. Por otro, el aviso de que no se permitirá la celebración del referéndum. "Hay un espacio enorme para dialogar y para hablar de los problemas que importan a la gente. El Gobierno está con ganas de hablar y de encontrar puntos de acuerdo. Eso es lo que queremos, esa es la buena vía y en ello estamos", en palabras de Íñigo Méndez de Vigo.
Tan solo horas después de que los medios de comunicación dieran cuenta de los posibles planes del Ejecutivo sobre Cataluña, desde Moncloa se trató de reconducir la situación borrando cualquier tipo de detalle de su plan de actuación. Así lo hicieron Soraya Sáenz de Santamaría, Rafael Catalá, Méndez de Vigo y Rajoy en último término. "Firmeza y diálogo", según la vicepresidenta, que este viernes volvió a trasladarse a Barcelona para visitar las obras del acceso ferroviario del aeropuerto de El Prat. "Nuestro plan en Cataluña es que impere la ley", se reafirmó.
En este contexto, a Rajoy le preguntaron sobre el escándalo del 3%, después de que Artur Mas haya acusado al Gobierno de estar detrás de las última operación contra la presunta corrupción de la antigua Convergencia. "No puedo contribuir a generar más tensión de la que hay", replicó, aunque recomendó respeto "para las decisiones de los tribunales".