El Partido Popular elevó el tono contra el Gobierno catalán tras las revelaciones del ya exsenador Santiago Vidal, según el cual se habrían robado los datos fiscales de todos los contribuyentes de la comunidad. "No vamos a pasar ni una", garantizó Pablo Casado, que reconoció que el pulso separatista ocupó buena parte de la reunión del Comité de Dirección. Si bien, ante la pregunta de qué hará el Ejecutivo ante la posible celebración del referéndum, no quiso concretar nada. "El estado de derecho funcional", se limitó a contestar.
Además, la firmeza de Génova no va en contra de la operación diálogo capitaneada por Soraya Sáenz de Santamaría, según se encargó de remachar el vicesecretario de comunicación. A sus ojos, es "compatible" avisar a Carles Puigdemont de que habrá respuesta a su plan ilegal con seguir ayudando económicamente al gabinete autonómico. Casado llegó a acusar a la Generalidad de "casi xenofobia" y de "exclusión de los que no piensan como tú". "Se está atentado contra los derechos individuales de las personas", se reafirmó.
En esta ocasión, el Comité de Dirección fue presidido por María Dolores de Cospedal, habida cuenta de que Mariano Rajoy tenía un despacho con Rafael Correa, su homólogo de Ecuador, y una reunión interna en Moncloa para preparar los Presupuestos. Y la secretaria general dio orden de ser más duros y que Cataluña ocupara el mensaje principal del PP este lunes, aunque sin dar detalles de una hipotética respuesta del Estado. "La Fiscalía está investigando las declaraciones de Vidal", recordó Casado, que exigió al resto de fuerzas políticas que fijen su posición. Cabe recordar que el PP catalán y Ciudadanos ya han solicitado un pleno extraordinario para aclarar lo sucedido. "¿Quién está a favor de la ley?", se preguntó. "Sería un delito gravísimo", alertó Alberto Núñez Feijóo, que participó este lunes en el club siglo XXI.
"Se tiene que conocer lo que está pasando. Se ha pasado de incumplir la ley a agredir los derechos fundamentales", insistió Casado, muy contundente. En este sentido, el pasado viernes, Rajoy aseguró que no permitirá que se celebre ningún referéndum en Cataluña pero precisó que le "tranquilizaba" el desmentido de la Generalidad sobre las acusaciones de Vidal.