Mariano Rajoy ordenó a su cúpula apagar el mayor número de incendios de cara al congreso nacional para vender una imagen de unidad y sosiego frente a los líos internos del resto de formaciones políticas. Así, logró que Cristina Cifuentes e Isabel Bonig asumieran sus estatutos y renunciaran a la implantación de la fórmula "un militante, un voto" a nivel nacional, pero el consenso se antoja difícil ante el intenso debate abierto a propósito de la gestación subrogada. Un tema sobre el que el PP no ha querido todavía fijar una postura oficial y el presidente esquiva cada vez que se le pregunta. "Se está trabajando sobre ello dentro del partido", reconoció Rafael Catalá, el titular de Justicia.
A la hora de redactar la ponencia social, la dirección nacional optó por no tomar partido, a pesar de que el encargado de la misma, Javier Maroto, es un claro defensor de la medida. Pero llegó el momento de las enmiendas y algunos barones regionales no dudaron en señalarse, abriendo así una discusión especialmente difícil para Rajoy. "Hay mucha gente que quiere tener hijos y no puede. La ética a lo largo de los siglos se ha ido ajustando con los años", defendió este mismo lunes Alberto Núñez Feijóo, que también reclamó una defensa de la custodia compartida en el cónclave de febrero.
Feijóo, que sí avaló el sistema de compromisarios de Génova, no está solo en esta batalla. Cifuentes ya reclamó en su día que el Gobierno apruebe una ley que regule esta cuestión -aunque, según dijo, sin transacción económica ni comercial entre los padres biológicos y la madre gestante- y varias enmiendas al respecto han surgido de la estructura madrileña. "El PP tiene que evolucionar y modernizarse", según el equipo de la líder regional. Y, en esto, Esperanza Aguirre está de su lado: "Yo no estoy en contra en absoluto, sé que es muy polémico, pero estoy a favor. He visto cómo se han solucionado los problemas de muchísima gente que lo ha pasado mal", contestó a los periodistas hace escasos días. Juan Manuel Moreno, el líder andaluz, también ha respaldado este paso.
"Si se impone la regulación, me iré"
No todos en el PP están de acuerdo con este sector, como así quedó de manifiesto el pasado domingo, en un acto del partido celebrado en Valencia. Maroto presentó la ponencia social, sin alusiones a la gestación subrogada, pero Isabel Bonig dejó claro después, a preguntas de los periodistas, que ella no está de acuerdo. "A título personal, no lo apoyo", zanjó, reclamando un análisis más profundo de la situación. Y, en este sentido, varios cargos populares llevan días movilizándose para evidenciar su rechazo "a los vientres del alquiler". De hecho, también se han registrado varias enmiendas en este sentido.
Uno de estos textos está firmado por Luis Peral, Lourdes Méndez, José Luis Sastre y Javier Puente. "Defendemos el derecho a la vida -desde su concepción hasta su muerte natural-, a la dignidad del ser humano, al pleno ejercicio de derechos y libertades en igualdad de condiciones entre hombres y mujeres", se puede leer en el documento remitido a Génova, y que esperan sea votado en el congreso. Además, solicitan que el PP respete y ampare "el voto a conciencia", después de que algunos diputados fueran purgados de las listas por no votar a favor de la reforma light sobre el aborto. "Si se impone la regulación, el PP ya no será mi partido. Me iré", avisó Méndez a través del diario El Mundo. "Buscan la cosificación del niño", según la denuncia de Puente, en declaraciones a este diario.
Además, un sector del partido ha pedido por escrito a la dirección del PP que mantenga el "humanismo cristiano" en el capítulo de los principios de la formación después de que el equipo de Fernando Martínez-Maillo lo relegara al preámbulo. "Allí no tiene valor normativo", según la denuncia de Rodrigo Mediavilla, presidente de Nuevas Generaciones de Palencia, que presentó una enmienda en este sentido. De momento, Génova no se ha puesto en contacto con él, por lo que el texto también será votado en la cita de Madrid.