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Rajoy logra que Cifuentes y Bonig den un paso atrás y asuman sus estatutos

Maillo, clave en la negociación, sale reforzado internamente. En los congresos regionales y locales, todos los militantes podrán ser compromisarios.

Maillo, clave en la negociación, sale reforzado internamente. En los congresos regionales y locales, todos los militantes podrán ser compromisarios.
Maillo, junto a Sanz, Sánchez Camachoy Fernández, en la presentación de los estatutos de Génova. | Tarek.

Mariano Rajoy acabó desactivando la corriente a favor de una mayor democracia interna en el PP. A pesar de la resistencia de Génova y del recelo de sus homólogos en el partido, Cristina Cifuentes e Isabel Bonig enmendaron los estatutos oficialistas en busca de la implantación de la fórmula "un militante, un voto" y prometieron dar la batalla en el congreso nacional, que se celebrará los días 10, 11 y 12 de febrero. Si bien, finalmente, la dirección nacional ha conseguido que cedan y asuman como propio el sistema de doble vuelta diseñado por Fernando Martínez-Maillo.

Con el paso atrás de las estructuras de Madrid y Valencia, dos de las agrupaciones más importantes de la formación, el debate que se pueda generar en el cónclave sobre las primarias será muy minoritario y Génova se asegura que no habrá sustos en las votaciones. Pese a todo, Íñigo Henríquez de Luna, número dos de Esperanza Aguirre, confirmó a este diario que mantiene su enmienda en aras de que los militantes tengan la última palabra en la elección del líder del partido, aunque su peso es muy limitado.

Aunque se prometió debate, Rajoy dio orden de que se apagaran los posibles incendios de cara al congreso para ofrecer una imagen de unidad incontestable frente al resto de formaciones, enzarzadas en sus problemas internos. El encargado de negociar con las estructuras díscolas fue Maillo, que sigue ganando enteros de puertas para adentro. El jueves, por ejemplo, se reunió con Ángel Garrido, el hombre fuerte de Cifuentes, en la sede nacional de la formación, como adelantó El País. El propio Rajoy charló recientemente con la líder autonómica, aunque de los detalles de la negociación los llevó el vicesecretario de organización.

En síntesis, Maillo logró que el PP de Madrid y el de Valencia hagan suyo el plan estatutario de Génova, que sigue dando a los compromisarios un papel clave a la hora de designar al presidente de la formación. Para que no fuera a cambio de nada, la dirección nacional acepta una enmienda transaccional, por la que se añade un nuevo punto a los estatutos que permitirá que, en los congresos regionales y provinciales, los compromisarios sean todos los militantes. Una fórmula que, en todo caso, ya se usó en el pasado reciente en el partido, por ejemplo en Baleares y País Vasco.

"En los congresos regionales, provinciales e insulares el número de compromisarios electos será el que establezca la Junta Directiva correspondiente, en su acuerdo de convocatoria, respetando el mínimo previsto en la letra b del punto anterior, y hasta el límite máximo del número total de militantes", se puede leer en la propuesta acordada. El texto será votado en el congreso y, en caso de salir adelante, permitirá a Cifuentes cumplir su palabra de que en su cónclave –previsto para los días 17, 18 y 19 de marzo– serán los militantes los que tengan la última palabra. Un extremo que también promulgó Bonig, que llegó a pactarlo con sus estructuras a nivel provincial. De hecho, la enmienda transaccional sale de los populares valencianos.

Los estatutos de Génova

Así las cosas, los estatutos planteados por Génova no sufren apenas variación. A saber, un modelo de doble vuelta por el que los candidatos a la presidencia del partido se someten a una primera votación en la que pueden votar todos los militantes previamente inscritos para participar en este proceso. Los militantes, así, votan en dos urnas: en una a los candidatos y en otra a los compromisarios del congreso. Después, pasarán a la segunda vuelta todos los candidatos que hayan obtenido como mínimo el 10% del total de los votos válidos de los militantes. Y, ya en el cónclave, los compromisarios son los que encargados de votar la segunda vuelta durante el congreso del partido.

Hay otro elemento importante a tener en cuenta: si alguno de los candidatos obtiene más del 50% del total de los votos válidos emitidos por los militantes, y ese porcentaje lo hubiese logrado en más de la mitad de las circunscripciones y con una diferencia superior a 15 puntos sobre el resto, será proclamado ante el congreso como candidato único a la presidencia del partido, tal y como recoge la agenciaEFE.

Reconducida la situación, del proceso negociador sale reforzado Maillo en un momento en el que Rajoy mantiene la incógnita sobre la secretaría general de la formación y se especula con la posibilidad de que vaya a recuperar la figura del coordinador general. Según coinciden prácticamente todos en Génova, el presidente está "muy satisfecho" con el trabajo de su vicesecretario de organización, cerebro del congreso nacional y responsable de negociar y solucionar los asuntos incómodos. "Hace un trabajo desconocido y muy duro, que es el de lidiar con las estructuras regionales y locales. Y la cosa irá a más con sus congresos", según un alto cargo de la formación.

Entre esos temas incómodos, Rajoy también incluye la limitación de mandatos. "Llegué hace tres meses" y "plantearme ahora lo que voy a hacer es un poco prematuro", contestó con una sonrisa cuando le preguntaron esta misma semana en una entrevista en Onda Cero. Su análisis al respecto es el siguiente: "Angela Merkel va a optar este año por un cuarto mandato y nadie cuestiona su carácter democrático o el funcionamiento de las instituciones en Alemania. Tony Blair gobernó 10 años. Y Herlmult Kohl, 18. Creo que la limitación de mandatos es propia de sistemas presidencialistas y no de los representativos, como es el nuestro".

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