Mercadona está de actualidad y nada mejor para los intereses propagandísticos separatistas que una campaña en contra de la cadena de distribución, cuestionada sin éxito en un programa de La Sexta y ahora culpable de no etiquetar algunos de sus productos de marca blanca en catalán. La organización encargada de denunciar, marcar y boicotear a quienes incumplen la abundante legislación autonómica en materia de lengua catalana es Plataforma per la Llengua, una entidad generosamente subvencionada por la Generalidad, creada en 1993 y que se autodefine como la "ONG del catalán".
Las acciones de Plataforma per la Llengua suelen consistir en llamamientos al boicot en las redes sociales y en perfomances callejeras de reminiscencias totalitarias para delimitar con exactitud milimétrica qué comercios o actividades son consideradas "anticatalanas".
Matonismo...
El último caso de matonismo tuvo lugar el pasado jueves en un establecimiento de la cadena Mercadona en la provincia de Barcelona. Un grupo de quince individuos, que la entidad llama "#legalitzadors", irrumpió en el local y se dedicó a poner etiquetas en catalán en productos de la marca blanca de Mercadona.
... e impunidad
La impunidad es de tal calibre que la propia plataforma se jacta en su página web de la acción en estos términos: "Los voluntarios entraron en el establecimiento y tranquilamente pegaron adhesivos a los productos ante la mirada de compradores y trabajadores, algunos de los cuales se mostraban sorprendidos. 'Lo que pone es exactamente lo mismo que en el envase, pero en catalán', comentaban los trabajadores". Nadie se atrevió a llamar la atención a los "voluntarios" ni a reprocharles que manipularan productos que no tenían intención de comprar. Con toda la tranquilidad del mundo, el grupo grabó un vídeo en el que no se ven las caras de los "legalizadores" pero sí cómo adhieren las pegatinas y uno de ellos levanta el pulgar hacia arriba.
Productos "discriminatorios"
En la nota reivindicativa, la entidad advierte a Mercadona por incumplir el Código de Consumo de Cataluña y también a Carrefour, Lidl, Dia, Alcampo, Aldi, Co-aliment, Hipercor y Supermercados El Corte Inglés, Keisy, Spar y Suma. E incluso Neus Mestres, la directora de la organización estrechamente vinculada a la administración autonómica apela al boicot en el comunicado por la "discriminación" contra los catalanoparlantes: "En la mayoría de supermercados sólo está etiquetado en catalán cerca de un diez por ciento de los productos, de lo que se deriva que un noventa por ciento de los productos que se comercializan en Cataluña son ilegales". "Mestres –continúa el texto– también hizo un llamamiento para que la Agencia Catalana de Consumo supervise que la norma se cumpla y apeló a la necesidad de que los catalanoparlantes se conciencia de sus derechos y los defienda, evitando consumir productos discriminatorios".
Los comisarios lingüísticos voluntarios también señalan a otras empresas, como Playmobil (en plena campaña navideña) bajo el eslogan "Volem Playmobil en català", tal como se puede comprobar en la página de la entidad. Un actualización del legendario "volem bisbes (obispos) catalans".
Un consejo de prestigio nacionalista
Cabe destacar que el consejo consultivo de la organización está formado por intelectuales, escritores, colaboradores habituales de la prensa catalana y personajes vinculados a la política. Se trata de personas de un notable prestigio en los partidos y organizaciones separatistas tales como Salvador Cardús, Jordi Font, Josep Mª López Llaví, Isidor Marí, Fèlix Martí, Jordi Porta, Jordi Sànchez, Josep Maria Terricabras, Miquel Sellarès, Vicenç Villatoro, Isabel-Clara Simó, Miquel Strubell, Patrícia Gabancho y Abelard Saragossà.