Avanzan a buen ritmo las negociaciones entre el Gobierno y el PNV para aprobar las cuentas públicas, y los nacionalistas vascos ya hablan abiertamente de "deshielo". Atrás quedaron las posiciones irreconciliables. Entre contactos en la sombra, Aitor Esteban, el portavoz peneuvista, reconoció por primera vez este martes que hay "gestos" que podrían desembocar en un acuerdo. "Si se han producido ese tipo de gestos podremos entrar a valorar, a hablar y a ver si hay margen para un acuerdo. Pero es verdad que uno sí nota en las relaciones una intención de querer cambiar la relación", dijo en los pasillos del Congreso. El cambio de tono respecto a la semana pasada fue evidente.
Fuentes del Gobierno fueron aún más optimistas, y aseguraron que las conversaciones van "mucho mejor de lo que se reconoce en público". El papel de Soraya Sáenz de Santamaría, que el pasado fin de semana se encontró con Íñigo Urkullu, está siendo clave. "Estamos dispuestos a entendernos y sabe -el PNV- que tenemos sensibilidad social", dijo la vicepresidenta la pasada semana, y abrió la mano para renegociar el cupo o infraestructuras como la "Y vasca". Este martes fue un paso más allá, y mostró su voluntad de retirar algunos recursos planteados contra decisiones de la comunidad autónoma, y propuso fortalecer la comisión bilateral de cooperación que regula el artículo 33.2 de la ley orgánica del Tribunal Constitucional.
"Estamos hablando" pero esa voluntad de diálogo ha de ser "recíproca", comentó Santamaría en una charla informal con periodistas en la Cámara Alta. "Que existe un lenguaje nuevo por parte del PNV es evidente", según fuentes de la cúpula nacional. Para las cuestiones más importantes, según las fuentes consultadas, es Mariano Rajoy el que está descolgando el teléfono. También participa en la negociación María Dolores de Cospedal, por ejemplo a la hora de hablar con Andoni Ortuzar.
"Es un momento muy importante para todos en el que el principio fundamental debe el diálogo. Y vamos a trabajar entre todos para ser lo suficientemente flexibles en aras de alcanzar un acuerdo", dijo el portavoz del PP, Rafael Hernando, tras felicitarse por la mano tendida de Esteban. Cuando se le preguntó expresamente por el PNV, reconoció que se están produciendo avances: "Dijeron desde el primer momento que quería jugar este partido", explicó en conversación informal. "El cambio de lenguaje es un signo evidente" en este sentido, incidieron al más alto nivel.
El PSOE y el techo de gasto
No solo arrecian las negociaciones con el PNV. El Ejecutivo entiende este periodo como una "carrera de obstáculos" en la que la primera prueba es el techo de gasto, antesala de los Presupuestos. Y, en este punto, también hay avances importantes con respecto a un posible pacto con el Partido Socialista. La Mesa y la Junta de Portavoces aprobaron que el techo de gasto se debatirá en el primer pleno del mes de diciembre y el tiempo apremia. Cabe recordar que el Consejo de Política Fiscal y Financiera se reunirá este jueves, y las comunidades gobernadas por el PSOE también están a la espera.
De ese encuentro dependerá si el PSOE apoya o no el techo de gasto. Sin concretar sus exigencias, el portavoz del PSOE, Antonio Hernando, insinuó que si hay "sensibilidad y flexibilidad" del Gobierno con las comunidades autónomas, habrá una luz verde en el Congreso de los Diputados. Y esto es: flexibilizar al 0,6% el objetivo de déficit para las comunidades autónomas y dar una mayor regla de gasto para los ayuntamientos. Un extremo que ya confirmó Rajoy hace semanas, en una rueda de prensa desde Marruecos.
"Es necesario que las comunidades se queden con una parte de esa flexibilidad que Bruselas le ha concedido al Gobierno de España. Hay todavía 48 horas para el CPFF y nosotros lo que esperamos es que el Gobierno sea sensible a la necesidad de las comunidades para atender a sus servicios públicos: sanidad, educación, servicios sociales", en palabras de Hernando, que sigue rechazando un posible encuentro sobre las cuentas públicas.
Rajoy no derogará sus reformas
Mientras, no hubo cambio en el discurso de Rajoy. Ante pequeños y medianos empresarios, el presidente volvió a apelar a las "responsabilidad" y al "diálogo" para aprobar el techo de gasto, pero avisando de que no aceptará que "por culpa de posicionamientos ideológicos y otros afanes oportunistas" se pretendan derogar reformas que, a su juicio, son éxito. "No se puede caer en la tentación de volver atrás ni deshacer los avances conseguidos", advirtió, para a renglón seguido precisar que "abrirías serias grietas de vulnerabilidad frente a incertidumbres exteriores o crisis futuras". Según dejó entrever Moncloa, sin techo de gasto, con el PSOE como aliado, España podría verse abocada a otras elecciones.
Una mano tendida que disparó nuevamente las alarmas en Podemos, cuyo portavoz, Íñigo Errejón, aseguró en rueda de prensa en el Congreso que "hemos escuchado últimamente perplejos una especie de zozobra en el rumbo del PSOE que no nos aclara qué posición va a tomar en torno al techo de gasto o qué le va a decir al Gobierno cuando venga a presentarnos los 5000 millones extra de ajustes". Una posición de observador, la de la formación de los círculos, ante lo que ya parece casi una realidad: el Gobierno aspira a aprobar el techo de gasto con el PSOE y los PGE con PNV.