Rita Barberá nació en Valencia en 1948 y es considerada por muchos como la mejor alcaldesa de España. Presidió el consistorio de Valencia durante seis legislaturas en las que la ciudad del Turia experimentó una gran transformación, por lo que Barberá ha sido aplaudida en numerosas ocasiones como ejemplo de gestión municipal.
Amiga personal de Mariano Rajoy, quien ha acudido a casi todas sus proclamaciones como candidata a la alcaldía, fue prácticamente el único vínculo directo de Valencia con el Gobierno de España. Barberá poseía, según sus colaboradores, una personalidad abierta, enérgica, cautivadora y arrolladora, con gran facilidad de palabra y don de gentes, que ha dejado patente hasta el final.
Siempre discreta con sus clásicos trajes de dos piezas y sus perlas, pero fanática de la marroquinería de alto nivel y los zapatos de tacón, Barberá adoraba el rojo y se confesaba amante de la vela.
Periodista de profesión, Radio Valencia, el periódico vespertino Jornada y el periódico Levante la han visto trabajar antes de asumir la jefatura de prensa del Gobierno Civil en 1978 y se hiciera cargo del gabinete de la Confederación Empresarial Valenciana.
Mantenía con los periodistas un trato cercano en lo profesional y siempre les recordaba que compartían profesión pero en sus comparecencias era más contundente y arrolladora y siempre dejaba titulares impactantes.
En sus años al frente del consistorio (casi 24 años), Barberá ha capitaneado la gran transformación que ha vivido Valencia. La llegada del AVE, las ampliaciones del puerto y de Metrovalencia, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, la Copa América de Vela o la Fórmula 1 han sido sólo algunos de los hitos de su paso por la alcaldía. En cualquier caso, también han surgido complicaciones como la tragedia del accidente de Metrovalencia, donde murieron 43 personas y cuya investigación se archivó con dudas sin resolver. También se señalaron los desfases presupuestarios en la construcción de la Ciudad de las Artes, o el elevado coste que soportó Valencia, y la Comunidad Valenciana por extensión, de cara a la celebración de un Gran Premio de Fórmula 1.
Tras las elecciones municipales de 2015, Barberá no quiso quedarse en el Ayuntamiento a traspasar la vara de mando a Joan Ribó (Compromís) ni a ejercer como portavoz en la oposición; luego renunció también como diputada autonómica –era la única que había mantenido el escaño desde 1983– para ser senadora territorial en representación de la Comunidad.
Siempre ha estado ligada a la política autonómica, fue candidata a la Presidencia de la Generalidad en 1987 y estuvo al frente del grupo popular en las cortes valencianas entre 1987 y 1989.
Licenciada en Ciencias Políticas, Económicas y Empresariales y en Periodismo, fue miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PP desde 1993 y presidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) de 1995 a 2003, además de presidir en junio de 2008 el XVI Congreso del PP celebrado en Valencia.
Cofundadora del partido en Valencia, desde que accedió como diputada en Les Corts en su primer cargo electo, Barberá vio en la política una vocación de servicio que ha plasmado en su actividad diaria desde que fue elegida alcaldesa de Valencia.
Fue el 5 de julio de 1991 en sustitución de la socialista Clementina Ródenas y aunque entonces formó gobierno de coalición con Unión Valenciana, luego ningún candidato de otros partidos pudo relevarla al frente del Ayuntamiento, donde renovó sus triunfos con mayorías absolutas hasta las últimas elecciones, en que su lista fue la más votada pero se vio desplazada del poder por un pacto de izquierdas.