El departamento de Interior de la Generalidad, que dirige el convergente Jordi Jané, ha ordenado esta mañana a los Mossos d'Esquadra que detuvieran a la alcaldesa de Berga, Montserrat Venturós, de la CUP, y la condujeran al juzgado número 1 de la localidad, donde permanece en estos momentos. Venturós se había negado en dos ocasiones a comparecer ante la justicia por el caso de la bandera estelada que se negó a retirar del balcón consistorial durante las elecciones autonómicas del 27 de septiembre y las generales del 20 de diciembre.
La primera citación se produjo el 5 de abril. La segunda, el 17 de octubre. La alcaldesa, símbolo de la política de desobediencia que quiere implantar la CUP, hizo caso omiso y presumió de no acatar la justicia española.
Su detención está provocando duras críticas de destacados dirigentes de la CUP a la consejería de Interior y al gobierno autonómico. El reproche generalizado es que los Mossos han asumido y cumplido una orden del Estado español. El diputado Benet Salellas, que pudo hablar con Venturós a las siete y media de esta mañana, también se ha referido a los métodos de la policía autonómica, que ha calificado de "autoritarios". Según él, en vez de detenerla de madrugada, el operativo habría tenido que ser a plena luz del día y en el Ayuntamiento, no en su domicilio particular.
El "incidente" puede dinamitar la negociación de los presupuestos entre el ejecutivo de Junts pel Sí y la CUP y, de rebote, desactivar la hoja de ruta de Puigdemont, que se vería abocado a anticipar las elecciones autonómicas sin llevar a cabo el referéndum prometido.
Concentración en los juzgados
Como es habitual en estos casos, la mayoría de los rostros visibles del separatismo se han concentrado a las puertas del juzgado. Los presidentes de la ANC y Òmnium, miembros de ERC, de la CUP y hasta de Convergència, como Jordi Turull, portavoz de Junts pel Sí y que ha sido silbado. La dirigente cupera Anna Gabriel también se ha personado en Berga, así como Benet Salellas, diputado autonómico y letrado de la alcaldesa. En las redes sociales, Carme Forcadell y Ada Colau han mostrado su rechazo a la "judicialización de la política".
La detención ha sido llevada a cabo con suma discreción. Dos agentes de paisano han llamado por el interfono al domicilio de la edil y han esperado a que ella saliera al portal para conducirla en un coche sin distintivos a las dependencias judiciales.
La alcaldesa Venturós ha terminado de declarar sobre las doce del mediodía. Su abogado ha asegurado que hay una "escalada delictiva de las instituciones judiciales" y que su defendida se ha visto obligada a comparecer por una denuncia de Sociedad Civil Catalana, que "es la extrema derecha". También ha protestado por la actuación de los Mossos: "El Govern debe dejar claro de qué lado está".
Al respecto, el presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, ha publicado un tuit en el que señala "todo mi apoyo a Venturós y a los cargos electos que sufren persecución por sus ideas. La libertad de expresión no es delito". Nada que decir, en cambio, sobre el acatamiento de la consejería de Interior. La tensión entre la CUP y el ejecutivo autonómico va en aumento.