El que fuera líder del PSOE vasco firma un artículo en El Mundo en el que reflexiona sobre la crisis en su partido y empieza por citar el ejemplo de algunos ilustres socialistas, especialmente los que sufrieron la cárcel después del franquismo, para decir que "no se merecen el insólito y lamentable espectáculo que están dando unos dirigentes que, a falta de las ideas y del patriotismo que impulsan los sacrificios, nos muestran su falta de principios que unido a una ambición desbocada está llevando a ellos mismos, al PSOE y probablemente al sistema del 78 al abismo".
Redondo Terreros también habla de las páginas menos gloriosas del PSOE y no duda en citar "los tres últimos años de II República" y, finalmente, advierte de que la crisis actual está llevando a un partido que "lleva tiempo sin identidad propia" a "un colapso generalizado del que no saldrá sin graves traumas".
El artículo critica que se haya mantenido, "por lo menos intelectualmente, una posición subordinada ante la nueva formación –en referencia a Podemos– imitando parte de su comportamiento e idearios" y denuncia también que "a la falta de proyecto ideológico" se le unen "un empobrecimiento del capital humano y un aumento del sectarismo" que marca como las "causas del decaimiento del socialismo español".
Redondo Terreros no escatima palabras muy duras para Pedro Sánchez: "No conozco a nadie, absolutamente a nadie que yo estime por su inteligencia y su dignidad, que no hubiera puesto ya su cargo a disposición de los órganos del partido". Es más, no sólo no encuentra "precedentes" sino que "no veremos en el futuro una tozudez más torpe".
También descalifica "las argucias legales para convocar un congreso y unas primarias en medio de una crisis política como la que vive España", que considera impensables para "cualquiera que no viva en el ambiente irrespirable de una organización comida por el sectarismo".
El hijo de Nicolás Redondo explica que tanto intentar un gobierno alternativo como la abstención ante Rajoy son opciones legítimas, aunque él se decanta por la segunda porque "habría permitido al PSOE ser el dueño de las llaves de la legislatura" y, además, le daría al partido "el tiempo necesario para que desfalleciera la rutilante marca de Podemos".
Finalmente, pide "un acuerdo mínimo entre las partes contendientes que imponga renuncias y sacrificios personales a los combatientes" porque, en caso contrario, el partido puede acabar "en la nada, convertirse en lo que ningún votante, ningún militante y ningún dirigente quiere que se convierta su formación política… en innecesaria o, peor aún, perturbadora".